La Voz de Galicia

Los precios animan la vuelta al trabajo de más de 1.600 mariscadores en Noia

Somos Mar

Marta Gómez Noia / La Voz

Las capturas también se incrementaron con respecto al inicio del ejercicio pasado

11 Sep 2018. Actualizado a las 05:00 h.

Con un «máis ou menos» o un «aínda menos mal» contestaban ayer por la mañana la mayoría de los mariscadores que regresaban a puerto tras iniciar la campaña extractiva en las concesiones de Noia. Otros se encomendaban a los precios antes de atreverse a valorar la primera jornada de trabajo, y al final resultó que las cotizaciones acabaron por alegrarles el día. Las lonjas de Testal y O Freixo cerraron ayer por la tarde con una facturación de 353.351 euros, 48.784 euros más que en el 2017.

Ya adelantaba el patrón mayor noiés, Santiago Cruz, antes de que se cerrasen los datos definitivos, que la cosa no había ido mal y a última hora de la tarde se confirmaba que la actividad en los arenales ha comenzado con buen pie. «Os prezos foron bastante bos, sempre queremos que vaian mellor, pero pensamos que van subir nos vindeiros días, porque o rendemento do marisco cada vez vai ser maior», apuntaba.

De entrada, las cotizaciones registradas ayer superan a las de septiembre del año pasado, impulsadas sobre todo por el valor alcanzado por la almeja. La fina llegó a un máximo de 71,40 euros, casi 12 más que el año pasado, y también la babosa se pagó a buen precio. Además, las capturas de ambas especies se incrementaron con respecto al primer día de la anterior campaña.

En cuanto al berberecho, cotizó al alza el de tercera categoría, mientras que el de segunda se mantuvo en números similares y el de primera bajó su precio medio, que se situó en 12 euros frente a los 15,53 del año pasado. Con todo, el importe facturado por esta especie subió, a pesar de que el volumen de capturas fue inferior.

Expectativas superadas

Algunos productores apuntaban ayer a pie de puerto que habían logrado coger los cupos de berberecho con cierta dificultad. Sudor, e incluso sangre, le costó a algún profesional llegar a los 30 kilos fijados para el sector de a flote. Pese a ello, prácticamente la totalidad de los más de 1.600 profesionales que volvieron al trabajo regresaron a tierra con los cupos de bivalvo establecidos, lo cual lleva a la cofradía a hablar de un buen inicio de la campaña, mejor de lo que se preveía inicialmente.

«Foi moito mellor do que esperabamos, hai máis berberecho de primeira e de segunda do que contabamos, sobre todo onde traballaron os de a pé; e ameixa tamén se colleu ben, así que a valoración é positiva», concluía el patrón mayor noiés. En total, las capturas en el primer día alcanzaron los 45.589 kilos.

 

El temor a la toxina que llevó a adelantar el comienzo de la actividad planea entre los productores

Eran dos las fechas que se planteaba la cofradía de Noia para iniciar la actividad en sus bancos marisqueros, pero finalmente se decantó por adelantar el comienzo de la campaña al día de ayer por una razón fundamental: el temor a la toxina, un miedo que también pulula entre los productores.

Uno de los profesionales de a pie aludía a esa probabilidad nada más abandonar el banco natural de A Misela: «Na parte de arriba hai moita alga, con este tempo logo ha de vir a toxina». Había otros mariscadores que cruzaban los dedos con la esperanza de que tanto el tiempo como las mareas rojas les dejen trabajar con normalidad.

En cuanto al tamaño del marisco, una mujer señalaba que el inicio adelantado de la actividad ha influido en su crecimiento: «A campaña pasada rematamos moi tarde, en abril, e este ano tamén empezamos antes, hai bastante berberecho pequeno porque non lle deu tempo a medrar».

Nuevas incorporaciones

Con todo, las caras de la mayoría de los mariscadores eran de satisfacción por la vuelta al trabajo. La única excepción era la de las 52 personas que están a la espera de recibir los nuevos pérmex convocados en Noia y que no han podido empezar la campaña. Ayer finalizó el período de alegaciones a la lista provisional de admitidos y demandan que las reclamaciones se resuelvan cuanto antes para poder bajar a los arenales. Cuando eso ocurra, se sumarán a los más de 1.600 productores que viven de una de las campañas más importantes de Galicia.


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