De Ridder: «En Vigo la gente es cerrada, tradicional, muy católica»

El exfutbolista Dani De Ridder, jugador del Celta durante dos temporadas entre el 2005 y el 2007 que dejó el fútbol a los 31 años hace ahora tres, ha concedido una entrevista en profundidad a Volkskran. En ella aborda aspectos tanto de su vida personal -su infancia, amistades, relaciones de pareja o intereses, opiniones políticas- como de la deportiva, y en este último punto se detiene en su paso por Vigo realizando unas apreciaciones curiosas sobre la percepción que tiene de la vida en Galicia.

Con la perspectiva del tiempo, el holandés considera que era «demasiado joven» cuando cambió el Ajax por el Celta a los 21 años. «Me fui solo, por mi cuenta, sin tener mucha idea de lo que esperar», comenta. Y define de la siguiente manera lo que se encontró: «Vigo, en el noroeste de España, es una comunidad bastante cerrada, tradicional, muy católica. El domingo estaba todo tranquilo», asegura. Un escenario en el que llegó a sentir «una gran soledad».

Recuerda que tenía «una cada magnífica en el centro de Vigo», pero que cuando regresaba a casa tras los entrenamientos no sabía a qué dedicar su tiempo. «Si quería salir a cenar a las 22.30 los camareros me miraban raro, estaban ya recogiendo». No es el único «período difícil», según sus propias palabras, que le ha tocado vivir en los siete años que estuvo fuera de su país. Pese a todo, se queda con lo positivo: «Me ha enriquecido como persona, aprendes a mirar de otra manera. Como jugador seguramente debería haber elegido un camino diferente, pienso mirándolo ahora».