La Voz de Galicia

El personal sociosanitario de la Xunta, «farto» de la falta de descansos y las plantillas reducidas

Galicia

Mónica P. Vilar
Trabajadores de residencias y centros de Política Social concentrados este miércoles ante San Caetano

Denuncian que hay centros con un trabajador atendiendo a 160 residentes, que trabajan más horas que enfermeros, auxiliares y otros trabajadores del Sergas y que no se les compensan domingos ni festivos. El colectivo suma a unos 3.000 profesionales

07 Jun 2023. Actualizado a las 14:31 h.

«Estamos fartos». Es la rotunda afirmación que realiza Mila López, enfermera del Complexo Residencial de Atención a Persoas Dependentes (CRAPD) de Vigo, dependiente de la Xunta. Forma parte de un colectivo que, calculan, reúne a unos 3.000 profesionales, el del personal sociosanitario de la Administración gallega. Es decir, enfermeras y TCAE que, en lugar de desarrollar su trabajo en el Sergas, lo hacen, por ejemplo en residencias de mayores, así como el resto del personal de este tipo de centros (ordenanzas, camareros-limpiadores, etcétera).

Con sendas concentraciones celebradas este miércoles por la mañana en Santiago (ante la sede de la Xunta en San Caetano) y Vigo (ante la delegación del Ejecutivo autonómico), han denunciado lo que consideran un agravio comparativo, con respecto a otros profesionales de su misma categoría que trabajan para otros departamentos públicos, y que tienen mejores condiciones laborales, en cuestiones como turnos, descansos o remuneración. «A nosa xornada anual é moito maior que a do Sergas, por exemplo. As quendas son esgotadoras, non permiten conciliar. Cando traballamos de noite, o día seguinte cóntanos como un día de descanso, non como unha saída de turno», explica Mila López.

Una de las cuestiones más sangrantes para el colectivo es que el trabajo en días festivos y domingos no se les compensa ni con dinero ni en libranzas: «Para nós, traballar en Noiteboa é igual que facelo un día normal. E temos que cubrir as 24 horas, os 365 días do ano», explican. Esa diferenciación se suprimió en el 2012, por la crisis económica. Once años después, no la han recuperado, mientras otros colectivos de empleados públicos autonómicos sí la tienen, e incluso están viendo mejorar sus condiciones.

Una enfermera, 160 residentes

Pero además, aseguran que las plantillas están cada vez más menguadas. «Están moi reducidas, hai centros nos que unha enfermeira ten que facerse cargo de 160 residentes no seu turno. Non damos feito todo o traballo que temos, imaxina se aínda por riba hai calquera urxencia. Estamos esgotados», asevera López.

La situación, asegura otro portavoz del colectivo, Adolfo Cortizo, empeora en verano, cuando no se logra gente para cubrir las vacaciones, y empiezan a denegarse descansos a la plantilla: «Temos incluso que facer horas extra para cubrir as quendas», dice. «Hai unha absoluta precariedade na contratación. Aos sustitutos non se lles ofrece ningunha estabilidade. Entón a xente foxe das nosas listas, prefire ir para outros departamentos da propia Administración autonómica, ou mesmo para a privada», explican los afectados.

«Somos los marginados», concluye Cortizo, para resumir su situación, a la que también añaden diferencias salariales con otros colectivos de su misma categoría, aunque, asegura, su pelea no se centra tanto en una subida de sueldo como en lograr mejores condiciones, especialmente en lo que se refiere a tiempos de descanso y valoración del trabajo en festivos.

Reclaman que la Dirección Xeral de Función Pública preste atención a sus demandas y atienda las peticiones de los trabajadores de los centros sociosanitarios que dependen de la Consellería de Política Social.


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