La Voz de Galicia

La FP cotiza al alza como opción formativa antes y después de la universidad

Ferrol ciudad

beatriz antón ferrol / la voz

Iván Talegón accedió a Arquitectura tras cursar un ciclo de Edificación y Silvia Sanmartín hizo el de Guía Turística después de graduarse en Historia del Arte

19 Jun 2022. Actualizado a las 05:00 h.

La Formación Profesional no solo gana adeptos entre jóvenes recién salidos del instituto que quieren aprender un oficio para incorporarse de manera inmediata al mercado laboral, sino que también cotiza al alza como opción formativa antes de ingresar en la universidad y después de pasar por ella. Por eso cada vez resulta más habitual encontrar a alumnos que recurren a la FP como un trampolín para acceder a un grado universitario, pero también a titulados que deciden matricularse en un ciclo formativo para enriquecer su perfil profesional y ampliar sus miras laborales tras haber pasado por la facultad.

«La FP tiene una carga práctica muy fuerte y eso resulta muy útil tanto para unos como para otros», señala Fernando López, director del Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) Rodolfo Ucha de Ferrol. Y en el caso de los estudiantes que recurren a la FP como puente hacia la universidad, pone como ejemplo la rama de Informática. «En el caso concreto de estos estudios yo siempre recomiendo hacer un ciclo antes de ir a la universidad, porque de esta forma el alumno irá mucho mejor preparado, le costará menos sacar la carrera, y además, podrá convalidar varias de las asignaturas. No es una pérdida de tiempo, sino una inversión», sostiene López.

Iván Talegón, un ferrolano de 21 años que estudió el ciclo superior de Proyectos de Edificación en el Rodolfo Ucha y ahora cursa primero de Arquitectura en A Coruña, no podría estar más de acuerdo. «Yo estudié el ciclo porque suspendí la selectividad y la verdad es que no me arrepiento en absoluto. Podría haber esperado un año y presentarme de nuevo a la ABAU, pero el ciclo me gustó tanto que decidí terminarlo y ahora creo que fue un acierto porque en las asignaturas más prácticas y técnicas de Arquitectura me veo mejor preparado que mis compañeros», comenta.

Iván explica que lo que más le gustó del ciclo fue precisamente su elevada carga práctica, además del trato personalizado por parte de los profesores. «En clase solo éramos siete alumnos y eso que este ciclo tiene muchísimas salidas. Si quisiera, ahora mismo ya podría estar trabajando, porque nada más terminar las prácticas me llegaron un montón de ofertas laborales», advierte Iván.

En concreto, según apuntan desde el Rodolfo Ucha, Proxectos de Edificación se encuentra en el puesto 14 de los programas de FP con más salida laboral. «Todos los alumnos que terminaron el ciclo tienen un contrato de trabajo, bien en las empresas donde hicieron las prácticas bien en otras del sector naval, industrial o de la construcción que nos llaman al centro demandándolos», confirma la coordinadora del programa en el centro de Caranza, Carmen Prieto, al tiempo que destaca la creciente necesidad de delineantes en la comarca debido al bum de la rehabilitación y el programa de las fragatas F-110.

 

Camino a la inversa

Pero de las aulas del CIFP Rodolfo Ucha también han salido estudiantes que recorrieron el camino a la inversa, como Silvia Sanmartín Corral, una vecina de Neda de 42 años que cursó allí el ciclo superior de Guía, Información y Asistencia Turística mucho tiempo después de haberse licenciado en Historia del Arte en Santiago.

«Al principio me sentí un poco fuera de lugar, porque yo ya tenía 38 años y mis compañeros eran mucho más jóvenes, pero la verdad es que luego estuve encantada y formamos un grupo muy bueno. Ellos me ayudaban a ponerme al día en aspectos como informática, nuevas tecnologías y redes sociales y yo les ayudada con los contenidos más teóricos relacionados con el arte o el patrimonio», anota.

Cuando empezó el ciclo, Silvia trabajaba en la Oficina de Turismo de Pontedeume, donde continúa a día de hoy. «Después de hacer Historia del Arte, los trabajos que fui teniendo me llevaban siempre al sector turístico y sentí que necesitaba una formación específica en ese campo», apunta.

El ciclo del CIFP Rodolfo Ucha no solo le permitió obtener el carné oficial de guía turística, sino que también le aportó muchos conocimientos sobre márketing, diseño y promoción de productos turísticos, protocolo y relaciones públicas, emprendimiento.... «Además, el ciclo incluye prácticas en centros de trabajo y yo pude hacerlas en la consultora Goodlife, lo que me aportó también una visión de la labor que realizan para el sector este tipo de empresas», valora.

Tanto le gustó la experiencia que no descarta matricularse en otro ciclo algún día. «La FP es una gran oportunidad para seguir formándose y encima es gratuita», alaba Silvia Sanmartín.


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