La Voz de Galicia

La playa de los coches caros

Motor ON

Juan Ares

Pebble Beach es un bello rincón de la costa Oeste de los Estados Unidos, en Monterrey, California. Pero más allá de sus bellas costas y cuidados campos de golf, Pebble destaca por el concurso de elegancia automovilístico que reúne a millonarios de todo el mundo ávidos de comprar las joyas que allí se subastan.

10 Sep 2018. Actualizado a las 08:27 h.

Con casi setenta años de tradición, Pebble Beach y su Car Week se han convertido en la gran cita mundial de los aficionados al automóvil clásico, pero este año la afluencia de acaudalados dispuestos a comprar ha provocado la reacción de las marcas de lujo y deportivas, que aprovecharon el evento del concurso de elegancia y de las subastas en directo para presentar sus coches más exclusivos.

Las grandes protagonistas han sido Mercedes, Audi, BMW, Ferrari o Bugatti. La marca de la estrella sorprendió con una escultura sobre ruedas en homenaje a sus flechas de plata de carreras, pero que en realidad es un prototipo al que llaman Vision EQ Silver Arrow y que, como indica su nombre, es un monoplaza eléctrico con 748 caballos de potencia.

Para darle réplica en un estado americano donde se venden muchos coches eléctricos, Audi presentó el PB 18 e-tron, con tres motores eléctricos impulsando sus ruedas que pueden alcanzar la friolera de 775 caballos, con los que acelera de 0 a 100 km/h en solo dos segundos.

Casi el doble de potencia ofrece el Bugatti Divo, el último bicho salido de la factoría de sueños italiana, que da un paso más con un potente motor de 8 litros y 1.500 caballos, sobre un aligerado chasis con una eficiente aerodinámica.

Pero, también en las pasarelas de Pebble Beach, Ferrari presentó la versión cabrio del 488 Pista, uno de sus modelos que superan la cifra de 700 caballos y que lucía al sol de California entre las reliquias de la marca que se subastaron.

Entre todos estos monstruos, casi el más normalito entre las novedades era el nuevo roadster BMW Z4, ya en su versión definitiva.

Lo más llamativo es que eventos muy exclusivos como este de Pebble Beach, o el de Villa D’ Este en el italiano Lago di Garda, le están robando espacio a los tradicionales salones del automóvil a la hora de presentar nuevos modelos en el mercado.

Subastan un Ferrari 250 GTO en 48 millones de dólares

El concurso de elegancia de Pebble Beach se complementa con las famosas subastas de automóviles clásicos que en cada edición alcanzan más valor. Las casas de subastas más importantes del mundo, como Sotheby’s, Bonhams o Gooding & Company ponen a la venta las joyas de cuatro ruedas que atraen como la miel a las moscas a fondos de inversión de todo el mundo o multimillonarios ávidos de ampliar sus colecciones.

Este año la estrella, una vez más, ha sido Ferrari, concretamente una de las escasas unidades construidas del 250 GTO carrozado por Scaglietti en 1962, que alcanzó un precio de 48 millones de dólares. Su valor se debe a que solo se fabricaron tres docenas de GTO y de ellos solo cuatro pasaron por las manos de Scaglietti, el afamado carrocero italiano. Además, esta unidad en concreto subastada en California tiene acreditado su currículo deportivo con varias participaciones en la mítica Targa Florio. RM Sotheby´s consiguió este año materializar unas ventas de 158 millones dólares con los coches subastados en Pebble Beach, una cifra que aumenta cada año en este evento del motor.


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