Ana Julia, de apoyo del padre de Gabriel a presunta autora de la muerte

Los investigadores ya habían centrado el foco hacía unos días. Ana Julia Quezada era una de las principales sospechosas por la desaparición del pequeño de Níjar.  El hallazgo de la camiseta interior con ADN de Gabriel Cruz aumentó las sospechas sobre la posible implicación del entorno familiar en la desaparición del pequeño. Tras poner esta pista sobre la mesa, las pesquisas policiales se centraron especialmente en Ana Julia Quezada, la actual pareja de Ángel Cruz, padre del niño, y la persona que halló la prenda que ha conseguido acelerar la investigación.

Y después de varios días de intensa observación, ella misma se delató. Ana Julia Quezada ha sido detenida este domingo cuando transportaba n el maletero de un coche el cadáver del pequeño Gabriel.

Atrás quedan doce días de búsqueda y de sospechas. Mientras los investigadores iban estrechando el cerco alrededor de Ana Julia, esta procuraba cuidar sus gestos y mostrar delante de las cámaras una actitud comprometida con su pareja y la familia del pequeño. Los investigadores de la Guardia Civil optaron por guardar silencio y ocultar las dudas que rodeaban al hallazgo de la camiseta. No se podía explicar que la prenda encontrada por la pareja del padre hubiera aparecido en una zona que ya había sido exhaustivamente inspeccionada por especialistas unos días antes. 

Ana Julia Quezada se había preocupado, hasta el momento de su detención, de participar en numerosas batidas, mostrarse ante las cámaras como principal apoyo del padre de Gabriel y de publicar en sus redes sociales varios mensajes y declaraciones que ella misma había hecho ante los medios de comunicación. «Esa misma mañana estuvimos desayunando y salió la conversación. La abuela y yo. Le dijimos: 'Tú si ves un desconocido corre, eh, no te pares», llegó a declarar ante las cámaras del programa matutino de TVE el pasado 1 de marzo, apenas dos días después de la desaparición del pequeño. 

Tampoco mostró muchos reparos en dar detalles delante de las cámaras sobre la personalidad de Gabriel, negando así que el pequeño hubiera podido irse por su propia voluntad: «Gabriel solo no se iría. No se alejaba, se marchaba de casa media hora y volvía. Le decías una hora y volvía».

Su imagen delante de las cámaras no hacía sospechar, pero sus constantes contradicciones, sus respuestas vagas y su comportamiento hicieron que los investigadores dudaran de su versión. Según publica El Periódico, la relación entre Gabriel y la pareja de su padre era mala. En una ocasión, y después de que Ana Julia viajara hasta la República Dominicana, el pequeño había llegado a declarar ante sus familiares: «Espero que se quede allí y no vuelva nunca».