El papel de Jordi Cuixart y Jordi Sánchez en la reunión previa a la declaración de Puigdemont

La plana mayor del independentismo se ha reunido en el Parlament, ante las tensiones internas de última hora a raíz del contenido de la declaración de independencia (para pedir que el Parlamento la suspenda segundo después) que hizo el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ante el pleno del Parlament. A esta reunión, además de Puigdemont y las caras visibles de JxSí, han asistido representantes de la CUP como Quim Arrufat, Benet Salellas y Carles Riera, además de los presidentes de la ANC, Jordi Sánchez, y de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, que formarían parte del sanedrín en la sombra que gobernaría Cataluña. Esto no haría más que confirmar que la simbiosis interesada de la antigua Convergència y de ERC sería solo una figura decorativa que solo serviría para ratificar las decisiones que se tomarían en un sanedrín en la sombra. Puigdemont consultaría muchas de sus decisiones con ese grupo reducido, que ni ha sido elegido por el Parlamento ni rinde cuentas a la Cámara y que funciona sin ningún tipo de control político, como correspondería en democracia. Este sanedrín secreto sería un equipo compuesto por menos de una decena de personas que serían las que diseñarían y decidirían los pasos del proceso independentista. Ese grupo estaría formado por el propio Carles Puigdemont (PDECat), el vicepresidente, Oriol Junqueras (ERC), Artur Mas y su exjefe de prensa Joan María Piqué, los presidentes de la entidades cívicas Òmnium Cultural y Asamblea Nacional Catalana, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, respectivamente, y dos representantes de la CUP, Anna Gabriel y otra persona que rotaría, aunque habitualmente sale de una terna que forman Gabriela Serra, Mireia Boya y Eulàlia Reguant.

Según fuentes conocedoras de los contactos consultadas por Efe, la última versión de declaración que circulaba este mediodía en las filas independentistas planteaba una proclamación de la independencia y su suspensión temporal en aras de buscar una solución a través del diálogo y la mediación internacional. Sería algo parecido a lo que el eurodiputado del PDeCAT, Ramon Tremosa, definió el pasado lunes como vía eslovena y que implicaría que el presidente de la Generalitat declarase la independencia de Cataluña y a continuación «suspendiese sus efectos» durante un tiempo para negociar un referendo pactado con el Estado.

Desde la CUP y las entidades soberanistas, según las fuentes consultadas, no ha sentado bien este último cambio de guion, lo que ha motivado una reunión de urgencia en los despachos de Junts pel Sí (JxSí) en el Parlament, que ha llevado a Puigdemont a pedir que se retrase una hora su comparecencia prevista a las 18.00 horas, que finalmente ha empezado a las 19.00 horas. La alegría en los alrededores del Parlament cuando Puigdemont ha hablado de la «república catalana» ha sido solo momentánea al pedir acto y seguido su suspensión temporal.