La Voz de Galicia

Hacienda no puede meter mano en los coles

Economía

Sofía Vázquez

El Ministerio advertía esta semana que no se pueden deducir de la declaración de la renta aquellas donaciones que los padres de los colegios concertados le entegan a la fundación de los centros

10 Feb 2019. Actualizado a las 10:57 h.

Esta semana arrancó con la advertencia del Ministerio de Hacienda de que no se pueden deducir de la declaración de la renta aquellas donaciones que los padres de los colegios concertados le entregan a la fundación de los centros escolares de sus hijos. Desde el ámbito gubernamental se precisó un poco más: no se puede desgravar (derecho previsto en el artículo 19 de la ley 49 2002, del 23 de diciembre) si el pago a la fundación no se realiza con ánimo de liberalidad (sin recibir nada a cambio), sino en contraprestación de ánimo de bienes y servicios.

A partir de ahí se abrió un intenso debate social del que se puede concluir que la relación de los contribuyentes con la Agencia Tributaria es muy, pero que muy complicada. ¿Por qué? Porque en ella nada está claro. Así, mientras desde la AEAT se mantiene que ese dinero no rebaja la factura fiscal y que, ante la duda, es el contribuyente el responsable de la carga de la prueba, hay expertos que no creen que todo sea tan sencillo ya que es Hacienda la que tiene que demostrar que el donativo no tiene ánimo de liberalidad. Así lo puntualizó en las páginas de este periódico José Antonio Madriñán, abogado, fiscalista y ex inspector de la AEAT: «Recae en la Administración la carga de probarlo, con las exigencias que normativa y jurisprudencia exigen en casos de similar naturaleza, en orden a destruir la presunción que resulta del certificado que emite la fundación del centro y que pone de manifiesto la existencia de un donativo de carácter irrefutable». Es decir, mientras la ministra y su equipo ya están dando por hecho que las donaciones a las fundaciones de los centros escolares concertados son a cambio de recibir una prestación, los fiscalistas advierten que, si eso es así, ellos tienen que demostrarlo, caso por caso.

Pero lo curioso es que el fisco lleva años sabiendo que los padres acometen estas deducciones en su declaración, y los distintos mandamases que tuvo la Agencia Tributaria se llegaron a plantear abordar este supuesto fraude en varias ocasiones, pero nunca hicieron nada. ¿Por qué? Porque no pueden, no son capaces por falta de medios, según explica José María Mollinedo, representante del sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha). Hoy, la AEAT recibe los datos de las fundaciones. Se dan por buenos porque se asume que se está informando correctamente. Cuando el funcionario revisa una declaración de un ciudadano y detecta otro tipo de anomalías (en el cobro de pensiones, rentas de alquiler..., por ejemplo) pueden saltarle las alarmas sobre la desgravación de las donaciones. Recurrirá al cruce de información entre las bases de datos para obtener alguna pista más y ser capaz de determinar si la deducción se realizó o no de manera correcta. Se observa así que si al final del proceso al contribuyente le cae una sanción por ese motivo será más por casualidad que por un control por parte de la Administración. Por lo tanto se puede concluir que, una vez que la ministra María Jesús Montero lanzó el mensaje de «esto no se puede hacer, que lo sepan ustedes», acabar con supuestos casos de fraude queda en manos de la buena fe y de la conciencia de los ciudadanos con el llenado de las arcas públicas.

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