La Voz de Galicia

Récord de precariedad de Galicia: 322.000 contratos de verano

Economía

r. santamarta redacción / la voz, COLPISA

El fin de la campaña estival en las Rías Baixas hace subir el paro y bajar las afiliaciones en la comunidad

05 Sep 2018. Actualizado a las 19:02 h.

La temporada de verano en Galicia deja cifras contrapuestas en el mercado laboral. Por un lado, esos tres meses han supuesto un récord de contratos, con casi 322.000 firmados entre junio y agosto, un 5 % más que el año pasado, que ya marcó cifras inéditas. En ese crecimiento ha tenido mucho que ver lo sucedido este julio, el mes de toda la serie histórica con más contratos firmados, más de 118.000 en la comunidad. Son casi 4.000 cada día.

La cruz es lo que esconden esas cifras: una elevadísima precariedad, porque se trata de contratos de temporalidad extrema, por días o semanas, y que apenas levantan la afiliación. Y eso es constatable cuando se comparan los datos de mayo y los de finales de agosto: después de 322.000 contratos apenas se cuentan 22.000 altas. Y se llega a septiembre con poco más de un millón de cotizantes. Y eso pese a que en el último mes se quedaron por el camino un millar de afiliados, y subieron en otros tantos los inscritos en las oficinas del paro, hasta los 164.424 desempleados.

Pero los malos datos del fin de estío hay que mirarlos con lupa. Porque prácticamente todo obedece al fin de la campaña de hostelería en las Rías Baixas. Si se observan los datos de la provincia de Pontevedra, se constata esa situación: hay 1.045 inscritos más en el paro en ese territorio, de los que el 70 % se corresponden al sector servicios. En cambio, el desempleo baja en las provincias de A Coruña y Lugo, y apenas se mueve en Ourense. Y con las afiliaciones sucede algo parecido: hay más cotizantes en las provincias del norte, pero se derrumban los datos en Pontevedra, con 1.800 afiliados menos en un solo mes.

Con todo, si se observan los datos de evolución del empleo sobre el verano pasado, se puede advertir algo de luz: hay prácticamente 21.500 afiliados más en la comunidad, tras mejorar un 2,15 %. En España, mientras, lo hace un 2,9 %.

La cruz del 31 de agosto

Sin embargo, para el conjunto del país hay una sombra alargadísima: el efecto del 31 de agosto. Es un día difícil para muchas personas, que dan por finalizadas sus vacaciones estivales y tienen que volver al trabajo. Pero hay otra realidad que es mucho más dramática: la que sufren aquellos que -precisamente por terminarse la temporada estival- ponen punto final a su contrato laboral y se van a engrosar las listas del paro. Y, tristemente, este 31 de agosto ha habido más que nunca.

Solo en este día se destruyeron en España 304.642 empleos, algo que es consecuencia de que se dieron de baja de la Seguridad Social 363.017 afiliados mientras que solo se registraron 58.375 altas, según los datos del Ministerio de Trabajo. Nunca antes en la historia se había superado la barrera de los 300.000 puestos de trabajo perdidos en una sola jornada, algo en lo que influyó también que cayera en viernes (el día de la semana que más bajas suelen darse).

El anterior récord se marcó también otro 31 de agosto, el de un año atrás, cuando en apenas 24 horas se destruyeron más de 266.000 empleos. Antes, el 31 de junio del 2017, se habían perdido 211.792 trabajos. Los peores registros en un solo día en la Seguridad Social han sido en estas dos fechas: 31 de agosto y 30 de junio, pero anteriormente a duras penas se superaba la barrera de los 200.000. El listón ahora ha sobrepasado los 300.000.

No significa esto que necesariamente todos se vayan al desempleo: es más que probable que muchos vuelvan a ser contratados tras el fin de semana.


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