La Voz de Galicia

Las bajas laborales de los autónomos gallegos son ya las más largas en España

Economía

m. sío dopeso redacción / la voz

Superan los 114 días de media tras forzar la actividad hasta un estado límite

23 Jun 2018. Actualizado a las 18:15 h.

Todos los trabajadores autónomos tienen derecho a percibir una baja laboral cuando caen enfermos o sufren un accidente, tanto dentro como fuera del trabajo. Cotizan para ello. El porcentaje de trabajadores por cuenta propia que causan baja laboral en Galicia está alrededor del 10 %. En cifras, y según el balance de la Seguridad Social del año pasado, de los 213.000 afiliados al RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) en la comunidad gallega, solo 27.000 detuvieron la actividad por motivos de salud o accidente. Es una proporción algo por encima de otros sectores, por ejemplo el de la automoción.

El dato realmente llamativo, y en el que se distingue el caso gallego, es en cuanto al tiempo de inactividad. Porque ahí los autoempleados de las comunidad son los que cogen las bajas laborales más largas. La media, según la Seguridad Social está por encima de los 114 días, una cifra que supera la media de todas las comunidades. La tasa media de toda España se sitúa en 92 días de baja, 22 menos que en el noroeste.

Existe un por qué a esta situación. Realmente, dos. El primero hay que buscarlo en el modelo de negocio, que en Galicia es mayoritariamente unipersonal, sin trabajadores al cargo. El segundo, la situación de desamparo en la que queda un autónomo cuando se ve impedido físicamente para estar al frente del negocio.

Los explica muy bien la Unión Profesional de Trabajadores Autónomos (UPTA), cuando denuncia situaciones laborales límite entre el colectivo de trabajadores por cuenta propia, que acaban desencadenando problemas más graves de salud y, consecuentemente, bajas más prolongadas.

Y no se cogen bajas antes porque las cuentas no dan. De media, un autónomo que cotiza por la base mínima (en el caso de Galicia ahí están más del 80 %) percibe el 60 % de la prestación los primeros 20 días. Y el 75 %, a partir del día 22.

«Imposible vivir así»

En la práctica se traduce en que, sobre una base mínima de cotización de 919,80 euros, el autónomo percibiría unos 525 euros en el primer tramo de baja, a los que tiene que descontar los 275 euros de cotización, lo que supone que tendrá que vivir con unos 250 euros al mes, según los cálculos de la organización UPTA.

Con esta cantidad, los dueños de un pequeño negocio tienen no solo que asumir los gastos diarios, sino que han hacer frente a los costes derivados por su propia enfermedad. Por ejemplo, la Asociación Española Contra el Cáncer tiene cuantificado que el tumor de mama requiere un gasto adicional de 150 euros de media (para pelucas, analgésicos, cremas para proteger la piel de los tratamientos). En el caso del cáncer gástrico, la cifra aumenta hasta los 300 euros.

«Es imposible vivir dignamente, puesto que tienen que seguir haciéndole frente a la cotización», afirma Eduardo Abad, el secretario general de esta organización, que abandera la causa contra el pago de la cuota Seguridad Social cuando el trabajador se encuentra de baja. Según el estudio que han hecho tomando los datos de las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social, la organización concluye que su propuesta es «absoluta viabilidad».

Casi 30.000 al mes

El pasado año se acogieron a la baja temporal por contingencias comunes en el sistema del Reta un total de 356.000 autónomos en España, con la duración media antes citada de 92 días, lo que supuso un número medio mensual de 29.673 beneficiarios de la prestación.

«Los autónomos cotizaron el año pasado 1.090 millones de euros por contingencias comunes, y gastaron por incapacidad temporal 790 millones, con lo que el diferencial entre lo recaudado y lo gastado se situó en 371 millones de euros», sostienen desde UPTA.

«Es una ruina física y económica, y te preguntas cómo vas a salir adelante»

Ahora ya está otra vez en activo. Pero Rafael Conde ha tenido que afrontar dos bajas por sendas operaciones de hernia. «La primera vez no fue tan duro, pero la segunda tenía un dolor insoportable. Aguanté, pero no tuve más remedio que parar y operarme», cuenta el empresario, dueño de un negocio de alimentación en la plaza de abastos de Vilagarcía. Fue una parada inevitable, que deterioró de forma importante su economía. «Los primeros cuatro días de baja no te pagan nada. Los quince siguientes te dan 18,4 euros por día y a partir de ahí suben a 23», cuenta el autónomo, de 57 años.

Rafael relata cómo, con esas sumas, tuvo que hacer frente a los gastos derivados de la actividad y seguir viviendo. «Tienes que seguir pagando la cuota a la Seguridad Social y hay dos opciones: o cierras el negocio durante la baja o contratas a una persona. Si cierras te quedas con 150 euros al mes; si contratas a alguien tienes que pagar sueldo y Seguridad Social», afirma. Lo que hizo Rafael fue contratar a su hijo que está en el paro. El empresario cree que la solución justa pasaría por dejar de pagar la cuota si se emplea a otra persona. En todo caso, reconoce que la baja ha sido un momento duro. «Es una ruina física, económica y psicológica. Estuve muchos días tocado, preguntándome ‘¿cómo salgo de esta situación?’».


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