La Voz de Galicia

Borja Golán: «Ahora toca disfrutar cada partido»

Deportes

M. G. Reigosa

Hace cuatro meses planeaba la sombra de la retirada, el sábado conquistó el título continental

03 Sep 2018. Actualizado a las 05:00 h.

No es lo mismo veterano que reservista. Borja Golán, a mitad de camino entre los treinta y los cuarenta, sigue en primera línea de batalla dando guerra y acaba de hacerse con su segundo campeonato de Europa.

-Supongo que en mayo, con la rodilla maltrecha, hubiese firmado por menos.

-En aquel momento, con jugar ya estaría contento. Han sido unos meses un poco duros, de hacer muchas pruebas aquí, también en Madrid con el doctor Guillén. Estaba el cruzado dañado pero ni los doctores sabían si iba a aguantar o sería mejor operar. Con el quirófano y ocho meses parado sería casi la retirada. Fui a rehabilitación, fortaleciendo la articulación, cada vez con más cargas. La rodilla respondió bien, notaba estabilidad. Aún con el cruzado parcialmente roto, aguanta. A ver cuánto.

-Por primera vez planeó la sombra de la retirada.

-Sí. Cuando te viene una lesión de estas y a una edad como la mía, se te pasa por la cabeza. Mi idea, en caliente, era operarme, recuperarme y volver a la competición. Por motivación no había dudas. Pero también está la familia detrás, una segunda niña en camino... Toca pensar más allá de tu egoísmo profesional.

-¿Sorprendido por el título o se veía con opciones?

-Iba de número dos en el cuadro, pero llevaba cuatro meses sin competir. Lo que quería era competir al cien por cien, sin molestias y con seguridad. Sabía que estando al cien por cien tendría posibilidades.

-¿Qué se le pasó por la cabeza tras dilapidar un 9-6 en el tercer set y verse 1-2?

-Estaba jugando bien y no fue por fallos ni por un cambio de estrategia. Parker lo hizo muy bien, eligió bien y le entraron bien las bolas. Los aciertos del rival también cuentan.

-Y en el cuarto tuvo que salvar una bola de partido.

-Intentas jugar el mejor punto. Llegó a dos dejadas muy buenas, pero no a la tercera.

-¿Cómo se afrontan esas situaciones a cara o cruz?

-Son un montón de años jugando. Ya tienes patrones para afrontarlas. Hay que resetear, olvidarte del marcador, centrarte en el punto y tener clara la estrategia, estar muy centrado y muy alerta.

-¿Quedan jugadores de su quinta en la élite?

-Alguno. Entre los treinta primeros estamos cinco. Se retiró este año Nick Mathew, con 38, y era el quinto. Ahora soy vigesimoséptimo en el ránking.

-¿El domingo hubo licencia para un churrasco y un gin tonic?

-Tocó comida con la familia, volver a casa y estar tranquilo un par de días. El martes, a entrenar otra vez, para Egipto, a mediados de mes. Pero el domingo sí hubo dieta libre.

-Supongo que una de las claves para estar tanto tiempo en la élite es llevar una vida de monje, espartana en la dieta y los entrenamientos.

-No somos como los gimnastas, que miden cada milímetro. No peso la comida, pero solo tomo cosas a la plancha, cocidas y verduras, nada de fritos. Con la edad hay que cuidar mucho más los detalles. Ahora peso dos kilos menos que hace tres o cuatro años, para compensar la pérdida de velocidad. Hago entrenamientos de más calidad y menos cantidad. El cuerpo va notando el paso del tiempo. Que no vengan lesiones, para tener continuidad. En el último año y pico tuve tres lesiones de mes y algo cada una.

-¿Ahora el planteamiento de futuro es ir torneo a torneo?

-Tengo esperanzas en que la rodilla responda, porque fue un buen verano. No voy a estar pensando en ello. Trabajo para que esté bien musculada. Pero sí, ahora es ir torneo a torneo, toca disfrutar cada partido que juegue. Quiero disfrutar.


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