La Basita, pendientes de arcilla que transmiten calma hechos a mano en A Coruña
A la última
La Basita
Bárbara Grandío creó esta firma de complementos durante el confinamiento, como una forma de «relajación y terapia»
15 Feb 2021. Actualizado a las 08:46 h.
Basita significa sencilla en árabe. «Fue una casualidad. Iba un día por la calle y se me ocurrió el nombre de La Basita. Era como estar a gusto en casita, pero con b. Después busqué una canción con basita y me salió una en árabe. Le pregunté a una amiga, porque su padre sabe árabe, y me dijo que significa sencillo. Me pareció maravillosa esa coincidencia porque encaja perfectamente con mi filosofía». Bárbara Grandío es la creadora de La Basita, una marca de pendientes hechos a mano con arcilla que, con sus formas y colores, «transmiten calma».
Esta actriz coruñesa empezó a trabajar con la arcilla en el confinamiento. «Viene un poco de la necesidad de relajación, un poco como un hobbie y un poco como divertimento. Empecé en el confinamiento. Probé muchas cosas antes. No me salía el pan. Intenté pintar, pero no se me daba bien». Decidió tirar por la arcilla: «Y descubrí una una terapia maravillosa para sobrellevar todo eso». Bárbara había hecho unos cursos de diseño de joyas hace años: «Joyas con metales, nada que ver». El día que vio su primer par de pendientes de La Basita no se lo podía creer: «Pensaba que no me iba a salir ni medio pendiente. Me sorprendió, porque desde el primer día disfruté de todo el proceso».
Cada pieza tiene algo del mundo de Bárbara. «Vivo al lado de Riazor, miro por la ventana y digo: voy a ver si me inspira algo de lo que veo. Juego un poco con cosas que me imagino». De esa mirada por la ventana salió, por ejemplo, un modelo inspirado en los colores de la playa. Su best seller, cuenta, son los Lola, que recuerdan a un jarrón. También unos con forma de corazón, que transmiten mucho amor.
«Me gusta que no sean perfectos. Al ser hechos a mano, no hay dos iguales, incluso de la misma mezcla de pinturas no salen igual». En La Basita también hay un componente solidario. La venta de uno de sus modelos, el que lleva grabado la palabra “Fuck”, va destinado a la protectora Os Biosbardos. Fue en octubre cuando lanzó oficialmente La Basita a través de Instagram después de que varias amigas le empezasen a hacer encargos. Algunas de ellas son las protagonistas por sorpresa de sus fotos de Instagram: «Un día se me cayó un pendiente encima de una revista y se quedó torcido en la cara de una modelo. Se lo puse en la oreja y me gustó la idea de hacerle una foto. Después le pedí a mis amigas si podía hacer lo mismo con fotos suyas». Ahora, Bárbara espera que la situación mejore para «hacerle fotos en sus orejas de verdad».
Para ella La Basita fue como una terapia. «Es algo relajado, a mí me da calma. Creo que, a pesar de estos tiempos, son pendientes para usar para lo que quieras: para hacer vídeollamadas, para que te sientas bien y cómoda». Está trabajando en su página web y le encantaría empezar a trabajar en otros complementos, como anillos.