Diez clásicos de la gastronomía coruñesa

Si Don Álvaro Cunqueiro levantase la cabeza, a buen seguro tendría que reeditar su manual de cocina gallega para incorporar alguno de los productos imprescindibles de la comarca coruñesa. Y es que, con los años, algunos se han revalorizado y la mayoría conservan la calidad y la tradición desde tiempos inmemoriales. 

1 - Tortilla de Betanzos, la mejor del mundo

A la tortilla de Betanzos le pasa como al cocido, que casi todo el mundo la toma fuera de casa, dada la enorme cantidad de huevos que se precisan para que el asunto cuaje como mandan los cánones.

Tortillistas de toda índole llevan años debatiendo cuál es la receta perfecta de la tortilla de patata: el con o sin cebolla, el punto de cocción, la materia prima, la proporción de huevo y patata; amén de los trucos varios para alcanzar la supremacía de este plato básico de la cocina del país. Desde cuánto batir el huevo hasta cómo triturar la mezcla antes de ir a la sartén, hay un largo etcétera de claves. Sin embargo, en lo que todos los expertos se ponen de acuerdo es en que la tortilla más rica es la de Betanzos.

En la Ciudad de los Caballeros se concentran los templos del plato más famoso de nuestra tierra. Han pasado más de cien años desde que doña Angelita en La Casilla se convirtió en la pionera de la receta betanceira que triunfa más allá de nuestras fronteras. Son muchos los cocineros que se han referido a localidad brigantina como referente o que se han quedado fascinados con el tema. Consciente de su éxito, el Concello celebra desde hace años la Semana de la Tortilla, con un concurso para elegir a la mejor.

2 - Mejillones de Lorbé, los más famosos

Pocos mejillones tienen un apellido tan famoso como los del puerto oleirense de Lorbé. Sus bateas, hechas con madera de eucalipto, generan más de un centenar de empleos directos y producen alrededor de 15 millones de kilos anuales de este molusco. Frente a las costas de Sada y Lorbé, hay más de cien bateas instaladas.

La localidad organiza cada verano un evento gastronómico centrado únicamente en ensalzar su producto estrella. La Fiesta del Mejillón de Lorbé ofrece degustaciones y actuaciones musicales con una programación para todos los públicos.

Eso sí, la costumbre de celebrarlo todo con una mejillonada por delante -mucho más sana y ligera que la churrascada, dónde va a parar- sigue consolidándose día a día en todas las mesas, pero también ha llegado a las sesiones vermú de numerosas fiestas repartidas por todo el país. Frescos, al vapor, en lata, en empanada, en escabeche… Cualquier receta es perfecta para disfrutar de este bivalvo.

3 - El chipirón de la ría de Sada, un manjar exquisito

Hey, Chipirón./ Todos los días sale el sol, chipirón, cantan los Bongo Botrako; pero no todos los días tiene uno la oportunidad de degustar unos auténticos chipirones de la ría de Sada bien fresquitos. Solo de escribirlo se le hace la boca agua hasta al teclado del ordenador. Este auténtico manjar de sabor y ternura es enormemente codiciado y uno de los productos más venerados de la toda la comarca coruñesa.

A su lado camina con paso fuerte el éxito de la xiba, que protagonizó la novena edición de su fiesta en este municipio del área. Un año más, el Concello de Sada apostó por una ruta gastronómica en la que están incluidos más de 80 establecimientos de la villa, animación musical, premios directos y un concurso en el que participaron 13 locales divididos en tres zonas del casco urbano. 

4 - El pan y la empanada de Carral, productos únicos

Si existe algo de lo que Carral puede presumir, es de su pan, único en el mundo. Más de veinte panaderías mantienen una antigua tradición y producen de forma artesanal un pan de miga esponjosa y corteza crujiente. ¿Cuál es el secreto? El amasado, los cereales, la harina y el fermento, que puede ser la masa de la que parten las anteriores hornadas o una propia que se hacía con harina de trigo.

El conocido como pan de Carral es un bollo llamado molete o bolo de moño y es de los de mayor reconocimiento tanto en Galicia como en muchas partes de España. A diario embarcan algunas piezas de pan en aviones que se dirigen a Madrid o Barcelona, para que restaurantes de primera calidad se lo puedan ofrecer a sus clientes.

La empanada es el otro producto estrella de la gastronomía local. Con masas elaboradas de igual forma que el pan y con rellenos procedentes del mar (atún, bacalao, berberechos, zamburiñas, pulpo…) o del campo (carne de ternera, pollo…), las panaderías de Carral venden cientos de kilos de empanadas cada semana. Tanto el pan como la empanada de Carral protagonizan su fiesta gastronómica: la del pan en mayo, y la de la empanada en septiembre de cada año. 

5 - El repollo de Paderne en la mejor huerta de la comarca

Pese a que el repollo de Paderne quedó algo escondido en esa tradicional cantiga que dice: Arroz con chícharos, patacas novas, repolo de Betanzos e mais cebolas..., el producto que tiene el honor de ocupar el quinto puesto de nuestro ránking explica en parte lo que sucede en la actualidad. Numerosas localidades del interior de la comarca funcionan como la mejor huerta de las principales urbes del área metropolitana coruñesa. Un buen ejemplo de ello son los valorados repollos de Paderne. 

6 - Los mejores quesos, en Abegondo y Curtis

La excelencia de los quesos de la comarca se puede comprobar cada año en las Feiras do Queixo de Abegondo y Curtis.

En San Marcos, cientos de vecinos acuden a una de las más tradicionales y concurridas citas del municipio, con la presencia de los principales productores.

Ninguno de los queseros elaboran sus productos con leche pasteurizada, sino a través de una producción totalmente artesanal, al estilo de Arzúa, aunque cumpliendo las medidas de higiene y control sanitario.

Por otra parte, algunos de los mejores quesos de España se hacen también en Curtis, municipio que celebra la Festa da Nabiza e do Queixo. Las nabizas, que son las primeras en salir, primerizas siempre ellas, son el complemento perfecto para nuestro caldo gallego. En época de grandes penurias económicas, el caldo de nabiza se convertía en un plato de primera necesidad en la alimentación de nuestros antepasados. Hay quien las prefiere incluso a los grelos. 

7 - Con la miel de Perillo, te maravillo

Para curar la garganta, para suavizar la piel, para beber o para disfrutar con pan y queso. Los apicultores de la comarca se suman cada año a los del resto de Galicia para exponer sus productos en la Feira do Mel de Perillo (Oleiros).

Su propuesta no se queda solo en el aspecto gastronómico, sino que se extiende a otros ámbitos como el de la salud (el polen o la jalea real), el de la bebida (con licores o hidromiel), el de la cosmética (cremas y geles) o, incluso, el sector de la decoración (velas). 

8 - Las perfectas ristras de cebola chata de Miño

Producto muy valorado en el mercado gallego, en los últimos tiempos se ha venido realizando un esfuerzo especial para poner en valor la cebola chata de Miño. Esta variedad es, por sus características, un elemento imprescindible para algunos panaderos de la comarca a la hora de elaboración sus empanadas. La razón está no solo en el sabor -no resultan demasiado ácidas- sino, sobre todo, en que la cebola chata de Miño no moja la masa y, en consecuencia, hace más difícil que se rompa, como sí puede ocurrir con sus competidoras foráneas.

El Concello de Miño celebra el primer fin de semana de agosto A Feira da Cebola. El programa incluye venta directa, concurso de escaparates con la cebolla, muestras de pintura, animación infantil, actuaciones musicales y exhibiciones de artesanía y antigüedades tanto el sábado como el domingo. El mercado incluye, además de cebollas, frutas y hortalizas.

La feria de la cebolla chata de Miño tiene como objetivo principal la puesta en valor de un producto local muy valorado en el mercado gallego. Además de la protagonista de la feria, se aprovecha este evento para ensalzar la gran variedad de los productos de la huerta gallega.

A lo largo de la jornada, se llevan a cabo distintas representaciones de viejas tradiciones, como puede ser la confección de prendas textiles a través de lana de oveja narrando todo el proceso: el rape, el cardado, el hilado y la calceta o la representación de la malla del trigo con métodos de hace más de un siglo. 

9 - A la rica trucha de Coirós y Sobrado dos Monxes

Qué mejor plan puede haber para pasar un fin de semana en familia en la comarca coruñesa que disfrutar de una de ruta de senderismo por las fragas del río Mandeo a su paso por Chelo o por el río Vexo en Coirós. Pues bien, la manera perfecta de rematar la jornada excursionista es disfrutar de una suculenta ración de truchas en alguno de los restaurantes de la zona.

También el concello de Sobrado dos Monxes es conocido por sus ricas truchas, y no solo por su hermoso monasterio. En este municipio se celebra anualmente la Festa da Troita, para mayor gloria y exaltación de las truchas en esta localidad de la montaña coruñesa.

En la cita suele haber degustaciones de troita á montañesa y pulpo en la Praza do Concello, con mercado de artesanía, sesión vermú y juegos infantiles gratuitos para los más pequeños de la casa. 

10 - Los grelos de Xestoso son los más sabrosos

Cuentan los expertos en la materia que los famosos grelos do Val de Xestoso, en Monfero, son más sabrosos debido a las bajas temperaturas que se registran en esta localidad del interior de la comarca coruñesa. No hay cocido que se precie sin unos buenos grelos de por medio. Los de esta zona se diferencian porque su tallo es más carnoso, sus hojas están rizadas y son más dulces.

En Monfero se celebra también la Feira do Grelo, en el campo da festa de O Canedo, donde las vendedoras recomiendan comprarlos mirando «que teñan a cor ben verde e fresquiña». El programa sueñe incluir una exposición de artesanía y maquinaria agrícola.

Cabe recordar que, hoy en día, los grelos ya se pueden degustar durante todo el año gracias a las conservas o a los deshidratados de firmas como Milulloa.