La Voz de Galicia

Los grandes vertederos continúan sin ser eliminados en la Costa da Morte

Carballo municipio

Toni Longueira Carballo / La voz Daños medioambientales

Los dos de mayores dimensiones se ubican en fincas privas y los concellos se las ven y desean para poder actuar

11 Aug 2018. Actualizado a las 05:00 h.

Las cifras de vertederos incontrolados son cada vez menores en la Costa da Morte. La proliferación de puntos limpios y las sanciones para los que realizan este tipo de prácticas van en aumento. A un empresario arteixán le acaban de ratificar tres años y medio de prisión por tirar bidones con productos altamente tóxicos en varios puntos de Carballo en enero del 2011. La extinción de un incendio en la mañana del lunes en un vertedero ilegal en un monte de Montecelo, en la parroquia coristanquesa de Oca, deja bien a las claras que queda camino por recorrer.

Y aunque algunos concellos han denunciado al Seprona, los juzgados y la Xunta estas practicas, la realidad es que los daños contra el medio ambiente persisten. Dos de estos macrovertederos se ubican en finca privadas.

Uno, en Rieiro, en la parroquia pontecesana de Tallo. Después de ocho años de denuncias, el Concello logró permiso judicial, en junio del 2016, para eliminarlo. Una empresa tuvo una semana para dejar las dos parcelas listas, pero los trabajadores se encontraron con un verdadero problema: 325 toneladas de basura diseminadas en cuatro enormes montículos. La concesionaria retiró 58 vehículos y la chatarra, pero gran parte de la basura sigue acumulándose dos años después y eso que el Ayuntamiento, según el alcalde, Lois García Carballido, solicitó un nuevo permiso judicial para completar las tareas. De eso hace ya dos años y, según él, todavía no ha obtenido respuesta.

Otro gran vertedero se ubica en Coristanco, a 300 metros de la AC-552, en O Carrizal, en una parcela privada que en su día albergó una explotación porcina. Hay uralitas, restos de frigoríficos, muebles y material de obra, que acumulan sustancias nocivas como gases CFC o amianto. Y pese a la denuncia del Concello, según confirmó el regidor, Abraham Gerpe, el vertedero sigue igual que hace años.


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