«Los procuradores somos un poco los que engrasamos el sistema judicial»

Fernando González-Concheiro (Santiago, 1969) es un orgulloso picheleiro de tercera generación que con su 1,94 de estatura defendió el honor de la Facultad de Derecho de la USC en muchas canchas de baloncesto. Las lesiones le obligaron a colgar las botas, pero lo que no abandonó es el buen espíritu deportivo y sacrificio que sigue aplicando día a día en su trabajo y desde el 2016 en su cargo de decano del Colegio de Procuradores de Santiago, que ahora compatibiliza con el de presidente del Consello Galego dos Procuradores.

-¿Tienen la sensación los procuradores de ser los grandes desconocidos de la Justicia?

-Bueno, la Justicia en sí ya es desconocida, estuvimos en huelga tres meses y la gente no fue muy consciente de ello. Pero sí, el procurador es aún más desconocido pese a que estamos en todos los trámites y siempre corriendo de un lado para el otro. Somos un poco los que engrasamos el sistema judicial. Recogemos las notificaciones, presentamos los escritos, registramos los escritos y las demandas, tramitamos los exhortos, los mandamientos, los pagos de la tasa judicial, los depósitos, tramitamos las publicaciones... Tenemos una parte privada relacionada con nuestro cliente y otra con la Administración de la que somos colaboradores. Hacemos nosotros las certificaciones, podemos hacer los emplazamientos, dando fe. En realidad hacemos muchísimas cosas, pero poco a poco hemos perdido mucho contacto con el cliente porque es el abogado el que lo tiene. Es algo que ahora intentamos recuperar. Ahora podemos hacer los poderes en el despacho a través de vía telemática.

-¿Se echan a temblar cada vez que a un político le da por querer reformar la Justicia?

-Siempre. Sí, cualquier reforma siempre mete miedo, porque no sabes muy bien qué va a pasar y no tienen nunca en cuenta a los profesionales. A los procuradores poco a poco se nos han ido recortando funciones y se nos pone en cuestión.

-Alguno dirá que hasta inventaron Lexnet para suplantarles...

-Bueno, eso son las nuevas tecnologías y los procuradores nos hemos adaptado muy bien a ellas. De hecho, somos los que hemos puesto a andar el sistema [Lexnet], porque de cómo empezó a cómo está ahora, aunque sigue siendo muy mejorable, ha evolucionado muchísimo y todo ha sido gracias al trabajo que hemos hecho nosotros. Ahora han entrado otros colectivos, pero inicialmente fuimos nosotros los que desarrollamos toda la aplicación. ¿Que las nuevas tecnologías te suplantan?, puede ser, pero, bueno, nosotros ahora también hacemos otras cosas que antes no hacíamos, como registrar, que ahora registramos las demandas, damos de alta a las partes todos los datos, los que creamos el expediente judicial somos nosotros y somos los que escaneamos todos los documentos. Sin nosotros el expediente digital sería una utopía, ya no acaba de arrancar y sin los procuradores ya creo que sería inviable. Y es que llevamos ya años digitalizando todos los procedimientos y aportándolos a los juzgados ordenados y archivados.

-Además, Lexnet falla mucho y ustedes no...

-Nosotros no fallamos, al revés, somos los que agilizamos mucho los procedimientos. Los fallos de Lexnet son un problema muy grave para todos los operadores jurídicos y especialmente para nosotros, porque a veces tienes que presentar un escrito y no va porque han hecho una actualización y todo se bloquea. Lo que antes hacías en un minuto ahora tardas una hora.

-La tecnología debería facilitar las cosas y no entorpecerlas.

-La idea es que después de ese trabajo que ahora es mayor salga un expediente digital que facilite toda la tramitación posterior.

-¿Qué otras funciones podrían asumir?

-Lo que nosotros demandamos es poder encargarnos de la ejecución, ser agentes de ejecución, que es una figura que existe en todos los países de nuestro entorno. De hecho, es una recomendación de la Unión Europea el que exista un agente de ejecución porque dicen que el problema que tenemos es que la Justicia es muy lenta y no lo es tanto, lo que pasa es que cuando tienes una sentencia favorable, no eres capaz de ejecutarla y ahí es donde los procuradores creemos que podríamos agilizar muchísimo el procedimiento si nos diesen esta competencia. Podríamos, bajo la tutela del letrado de la administración de Justicia, ver si hay una cuenta e ir directamente al banco para hacer el embargo.

-¿Es muy distinta la figura del procurador en el resto de países de la UE?

-Hay diferencias, en cada país es distinto. En Francia, por ejemplo, es un funcionario que tiene muchísimas funciones, es una especie de notario. En Portugal, fundamentalmente lo que hace es ejecución, depende de los países varía mucho.

-¿Y a qué modelo les gustaría parecerse más?

-Desearíamos parecernos más al francés, pero nos gusta del modelo portugués el que podamos contar con las funciones de ejecución de sentencias, porque les está funcionando muy bien.

-¿Cuántos procuradores hay en el colegio compostelano?

-En Santiago somos 98 ahora mismo. Tuvimos dos nuevas juras este año. Y en Galicia somos unos 750, más o menos.

-La alianza de procuradores, abogados y magistrados ha hecho posible por fin el nuevo juzgado de lo Social. Estará satisfecho.

-Llevábamos muchos años en los que, con la crisis, no se creaban nuevos juzgados y todo se iba a A Coruña o a Vigo. Por eso estamos satisfechos de haber aportado nuestro granito de arena a que ese nuevo juzgado de lo Social sea posible. Ahora bien, Familia tiene ahora mismo una sobrecarga enorme que no se nota tanto en el retraso por el esfuerzo personal que hacen el magistrado y los funcionarios.

-Hacen falta más, no obstante.

-Pues además de Contencioso-Administrativo, los tres juzgados de Instrucción van con bastante retraso, de hecho el número 3 tiene un refuerzo casi permanente.