La Voz de Galicia

La gallega Urovesa fabrica un prototipo de vehículo militar manejado por control remoto

Valga

B. Costa Cambados / La Voz

La empresa, ubicada en Valga, genera quinientos puestos de trabajo directos e indirectos

29 Aug 2018. Actualizado a las 05:00 h.

La firma Urovesa, fabricante de vehículos especiales, civiles y militares, trabaja en la posibilidad de sacar al mercado vehículos que puedan manejarse por control remoto. La colaboración con la universidad ha hecho posible fabricar un prototipo. «As primeiras probas foron satisfactorias, a solución industrializada terá que vir no futuro», según indicó el consejero delegado, Justo Sierra.

Esta tecnología sería de especial utilidad en el campo militar, pues permitiría aumentar la seguridad de los operativos en situaciones de fuego cruzado o explosiones. El próximo paso sería fabricar un vehículo robotizado que pudiera circular de forma autónoma, aunque ese reto se plantea más a largo plazo, puntualizó Sierra.

De los planes de futuro de Urovesa y de su presente se habló ayer con motivo de la visita que realizó el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, a la planta situada en Valga. Conde citó a Urovesa como ejemplo de diversificación, internacionalización e innovación en el tejido industrial gallego y recordó que la Xunta de Galicia mantiene abierta una línea de ayudas en este campo a través del programa Fábrica Intelixente, a la que ya se han acogido las firmas Finsa, Cupa y Copo.

Urovesa es líder en su sector, genera quinientos puestos de trabajo directos e indirectos y exporta actualmente a veinticinco países. Sus todoterrenos de la gama Vamtac circulan por lugares tan dispares como España, Malasia e Indonesia, y no solo en misiones militares. Este mismo año vendió a Argentina sesenta camiones contraincendios para proteger los parques nacionales de aquel país.

El conselleiro y demás autoridades participantes en la visita tuvieron ayer ocasión de ver un todoterreno Vamtac en acción, subiendo y derrapando por montañas de arena, en las que el vehículo demostró su capacidad de maniobra y resistencia.

El destino de estos modelos suele ser el militar y su gama es muy amplia, dependiendo de la tecnología y componentes que incorporen. Su coste oscila entre los 130.000 y 400.000 euros.

 


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