Tras los pasos jacobeos del padre Sarmiento

Marcelino Agís Villaverde (Raxó, Poio, 1963) vive en Sanxenxo desde que se casó en 1986 y se considera un vecino más de este municipio. Catedrático de Filosofía por la Universidade de Santiago de Compostela y tutor de la UNED de Pontevedra, es un apasionado de la Historia y autor de numerosos artículos científicos y de varios libros. Su último trabajo sigue la estela de uno de los mayores ilustrados españoles del siglo XVIII y su estela por la comarca de O Salnés. La presentación para la prensa de O Padre Sarmiento, viaxeiro, editado por Galaxia, tuvo lugar ayer en el Concello, como parte de los actos del ciclo Sanxenxo na Historia, que se desarrollarán del 29 al 31 de este mes. Estas jornadas que impulsa el Seminario de Estudos Locais de Sanxenxo es una cita tradicional a la que nunca ha faltado.

Para este docente de Filosofía, la Historia ocupa un lugar clave. «La Historia ayuda a entender cómo somos, nuestro presente». Indica que se trata de una «parte sustancial para saber cómo hemos llegado a la situación presente y cómo hemos de entender los problemas contemporáneos», añade. Sin embargo, para Agís, no hay que quedase solo con un concepto universal, sino también preocuparse por las especificidades locales, que enriquecen la perspectiva histórica y el conocimiento. Por esta razón, Marcelino Agís apoya con entusiasmo iniciativas como las de Sanxenxo na Historia y también la propuesta de la promoción de la ruta jacobea del Padre Sarmiento, que impulsa la Mancomunidade do Salnés.

«El padre Sarmiento es uno de los pensadores ilustrados más importantes del siglo XVIII en España», afirma sin titubear. De este personaje le gusta su afán por saber y su deseo de explicar y comprender el mundo y la sociedad que lo rodea. «Es un pontevedrés que tuvo una curiosidad que le llevó no solo a conocer su tierra a fondo, sino también los cambios que se estaban produciendo en Europa». Sobre el religioso, Agís añade que el padre Sarmiento merece el reconocimiento de los gallegos. «Me atrae su gran curiosidad intelectual y que combinase el conocimiento a través de los libros con la realidad empírica de sus viajes», comenta.

Sobre el protagonista de su último libro, el filósofo poiense señala que a partir de los cincuenta años empezó a viajar para «conocer la realidad viajando, paseando, caminando, que es lo que se explica en este libro».

¿Qué logra Sarmiento con su peregrinaje? Muchas ventajas, apunta este autor. Por un lado complementa sus conocimientos adquiridos leyendo y, por el otro, «al viajar se puede conocer a la gente, las plantas, las tradiciones, la geografía y los topónimos». Al hacer un balance de la vida del padre Sarmiento, Marcelino Agís sostiene que es un «adelantado a su tiempo» porque «quiso unir al saber erudito de los libros el empírico de la propia experiencia».

Ganar el jubileo

En su calidad de presidente del Foro Galicia Milenio y fundador del Seminario de Estudos Locais de Sanxenxo, Marcelino Agís precisa que el viaje de 1745 del monje ilustrado fue relevante no solo para este municipio, sino para toda la comarca. Era el año 1745 y emprende desde Pontevedra un viaje por la costa, que le lleva a Poio, Sanxenxo y O Grove, entre otros, para acabar alcanzando el camino jacobeo portugués a la altura de Padrón. Sarmiento hizo el viaje para ganar el jubileo porque 1745 era año santo, pero aprovechó el viaje para incrementar sus conocimientos sobre la sociedad y la naturaleza de O Salnés. Fue él, como relata Marcelino Agís, quien inauguró la ruta que ahora lleva su nombre y que empieza a gozar de reconocimiento entre los peregrinos que llegan a la ciudad de Lérez con el ánimo de rematar en el Obradoiro.

De la etapa del viaje por A Lanzada, Agís descubre a un religioso que se queda prendado de la belleza natural de A Lanzada y que se enfrasca en un reto intelectual sobre la funcionalidad de la torre medieval y los primeros hallazgos arqueológicos del yacimiento romano y prerromano. Estas y otras muchas curiosidades son las que desgrana el libro recién presentado en Sanxenxo.