La Voz de Galicia

La seductora fortaleza de las mariscadoras

Cambados

montse garcía santiago / la voz Pintora

La artista australiana Leoni Walton pasó un mes en Cambados, donde quedó sobrecogida por la fiereza del trabajo del mar

07 Sep 2018. Actualizado a las 05:00 h.

«Quería encontrarme conmigo misma pero también con la pintura que quería hacer. No quería pintar solo cuadros por encargo, sino que estos significasen algo para mí y para las personas a quienes se los entregaba». Esa fue la razón por la que Leonie Walton (Australia, 1967) cogió la mochila hace más de un año y recorrió el Camino de Santiago desde Francia. Fueron seis semanas en los meses de mayo y junio del 2017. Un trayecto en el que se dio cuenta de que tanto Galicia como el norte de España «son muy especiales. Aunque Australia también es muy hermoso, quedé prendada de la naturaleza y los paisajes», explica la artista.

Tal fue la huella dejada por esa primera experiencia que en menos de un año ya estaba de vuelta en tierras gallegas. Y esta vez para tratar de reflejar en sus cuadros ese paisaje que tanto le había sorprendido, que tanto había logrado emocionarla. Llegó a finales de marzo y recorrió diferentes puntos de Galicia, tanto de la zona costera como del interior. Pasó un mes en Cambados, Porto do Son, Cedeira y en Ferreira de Pantón, donde estuvo en una granja. «Cuanto más tiempo pasaba en Galicia, más me sorprendía, más me gustaba y menos entendía que no haya más visitantes», asegura la artista.

 

Del hórreo a la cerámica

Toda esa experiencia la ha plasmado en los trabajos que desde ayer hasta el 22 de septiembre pueden verse en la galería de arte de la Fundación Araguaney-Puente de Culturas (Alfredo

Brañas, 5). Bajo el título Celebrando a cultura galega, la exposición consta de diecinueve pinturas al óleo. Hay paisajes -con

vistas de Porto do Son, Camba-

dos, cabo Prior, Vigo y Cangas,

entre otras-, pero también aparecen elementos singulares, como el hórreo de Combarro o cerámica gallega.

Leonie Walton explica que la oportunidad de estar en los pueblos y por un cierto tiempo -estancias de un mes- le permitió

conocer mucho mejor las personas, el entorno y la vida real en Galicia. «Santiago como ciudad es muy bonita, pero el número de turistas que tiene hace muy difícil conocerla», afirma la pintora australiana, que contactó con la Fundación Araguaney para cerrar la muestra antes de iniciar esta segunda estancia en tierras gallegas. ¿Y qué fue lo que más le sorprendió de Galicia?: «Que las mujeres son muy fuertes. Las mariscadoras de Cambados me dejaron impresionada. En Australia nadie sería capaz de trabajar con la fuerza y entereza de las mujeres gallegas», aseguró. Pero no fue lo único. Esa fortaleza también la apreció en las personas mayores, cuando las veía subiendo en las viñas de la Ribeira Sacra. «En Australia se sientan para ver la vida pasar, pero aquí siguen formando parte del trabajo», añade la artista australiana. Y, por último, de nuestro país le impactaron las huertas que siembran Galicia. En su país si alguien tiene un trozo de terreno junto a su vivienda lo dedica a jardín y a ponerlo bello, mientras que aquí se cultiva. Un modo de hacer que ya anuncia que importará: «Cuando regrese a Australia pondré mi huerta», afirma convencida.

Su experiencia en Galicia durante los últimos meses también la plasmará en su próximo proyecto en su regreso a Australia: Libros ilustrados dedicados a los niños con temática relacionada con la naturaleza. Una de sus preocupaciones es que las nuevas generaciones no pierdan la conexión con el entorno. Así, el primero de los libros estará dedicado a Galicia, según explica.

 

Menos comercial

¿Marcó su experiencia en el Camino de Santiago y en estos meses en Galicia de algún modo su pintura? «Sí. Supone dejar a un lado la pintura más comercial por otra que tenga un significado y una fuerza con el objetivo de transmitir un mensaje para el futuro y para cuidar la naturaleza», dice Leonie Walton, que esta semana inauguró su muestra.

 


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