La Voz de Galicia

El desafío de la anotación

Andar miudiño

Fran Camba

15 Aug 2018. Actualizado a las 05:00 h.

La próxima edición del diccionario de la RAE debería incluir un término que defina el proceso de reinvención que lleva a cabo el Obradoiro en cada inicio de temporada. El curso lo iniciarán siete de los jugadores que finalizaron la temporada 17/18, una cifra relativamente alta en comparación con la de otras temporadas, pero el peso estadístico de los cinco jugadores que mejorarán sus contratos en clubes diferentes es muy alto.

Entre Thomas, Corbacho, Bendzius, Radovic y Pustovyi acumularon 109 minutos en pista por partido, casi un 55 % del total disponible en cada encuentro. Cuatro de estos jugadores estuvieron muy por encima de los 20 minutos por jornada para anotar casi el 61 % de los puntos conseguidos por el Obra durante la temporada 17/18, siendo además los únicos que se situaron por encima de la barrera de los 300 puntos anotados en términos absolutos.

La brecha anotadora que hay que cerrar con las nuevas incorporaciones es, por lo tanto, tremendamente elevada, pero el cuerpo técnico del Obra ya está acostumbrado a estos retos.

Una de las situaciones más positivas es la continuidad de los tres jugadores que ocuparon la posición de base (Pozas, Sàbat, Navarro), un aspecto muy importante en la estructura de juego del Obra. Para el perímetro se ha buscado una combinación de veteranía, con Vasileiadis, que viene de completar probablemente su mejor temporada en ACB en Tenerife, y de apuesta de jugador con muchísima proyección, con Andreas Obst, un consumado lanzador de tres que ha firmado un excelente curso en la cada vez más exigente liga alemana. Laksa y el prometedor retorno de Simons a su posición natural dentro de la estructura del equipo completarán la línea exterior.

La línea seguida en la contratación de posiciones interiores es muy similar. A la continuidad de Llovet y Spires, con siete kilos más de masa muscular, se unen la experiencia de Maxime de Zeeuw, enorme capacidad anotadora tanto de dos como de tres, y la apuesta por la capacidad de evolución de Brodziansky y Tryggvi Hlinason. En general, una línea interior con una mayor capacidad para anotar de tres y seguir así con la tendencia de aumentar la importancia de este tipo de lanzamiento incorporando jugadores muy fiables, capaces de absorber un volumen alto de tiros manteniendo una eficiencia muy elevada.


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