La empresa toma la decisión tras el varapalo de la plantilla al nuevo convenio
22 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Tras meses de cierta paz, el Hospital Povisa volvió a la agitación laboral hace solo un mes, cuando la dirección anunció que quería prescindir de los 57 trabajadores que formaban los servicios de archivo y limpieza. Desde entonces ha habido duras negociaciones con una parte del comité e incluso un intento por parte de la empresa de imponer un nuevo convenio colectivo más restrictivo a cambio de retirar el ERE y evitar los despidos. Pero ayer, por sorpresa, la dirección del hospital convocó a los miembros del comité con los que ha estado negociando (CC.OO., UGT, CGT y Omega) y les anunció que el viernes pasado, a última hora de la mañana, había retirado el expediente de regulación de empleo presentado ante la Delegación territorial de la Xunta en Vigo.
Varias fuentes sindicales consultadas aseguran que la dirección del hospital no les facilitó mayores explicaciones, así que no saben si la medida es positiva o es tan solo el anuncio de algo más duro.
Pero a nadie dentro del hospital se le escapa el contexto. La decisión viene marcada por el referéndum que se celebró el jueves pasado. Toda la plantilla de Povisa estaba llamada a votar si autorizaba a una parte del comité -CIG y SGPS no participan en ese proceso- a negociar un convenio a la baja, con cien prejubilaciones y recortes de horarios y sueldos en varios servicios, además de imponer menores salarios a las nuevas contrataciones, en la línea del convenio provincial de la sanidad privada. La dirección de la empresa pidió a sus empleados que respaldasen ese convenio «para garantizar la viabilidad del hospital» y «la paz social». Pero la plantilla votó que no. Menos de 24 horas después, según se desprende de la información transmitida por la empresa a los sindicatos, el ERE estaba retirado de las oficinas de la Consellería de Traballo.
Se da la circunstancia de que tanto la CIG como el SGPS habían presentado recursos contra las justificaciones que la empresa firmaba en el expediente de regulación de empleo. La CIG, por ejemplo, observaba que si la empresa pretendía ahorrar 175.000 euros bien podía hacerlo si no hubiera incrementado sus salarios, como consta en las cuentas del hospital, a pesar de que la dirección asegura que no cobró lo que consta. El SGPS asegura que había defectos de forma en el expediente.