El Concello no tenía contratada ninguna empresa para retirar los enseres
18 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Los puntos limpios nacieron para sustituir a los vertederos y sus quemas. Pero parece que Arbo se perdió la lección. Por este motivo la Xunta de Galicia impuso una multa al Concello tras realizar una inspección a las instalaciones que lo instaba a pagar 6.000 euros por las irregularidades registradas y la incineración de los restos que allí se acumulaban.
Y es que, pese a que el servicio estaba operativo desde el año 2006, el anterior gobierno no había firmado ningún acuerdo con uno de los gestores autorizados. Tan solo se recogían los envases ligeros y vidrios de los contenedores pertinentes, ya que lo realizaba la misma empresa que los recogía por las calles del municipio. Sin embargo, los electrodomésticos, fluorescentes, muebles, colchones o pinturas, no fueron gestionados durante los cuatro años de funcionamiento.
«Acumulábanse residuos, como xa non había máis posibilidades de acumulación porque os contedores levaban tempo cheos, os veciños ao principio ían de volta cos residuos para a súa casa. Despois xa deixaron de ir. Isto impulsou as escombreiras», apunta el actual regidor de Arbo, Xavier Simón Fernández.
Finalmente y gracias a las alegaciones presentadas, la cuantía de la multa quedó rebajada a 600 euros, que ya fueron amortizados. Además, también se ha negociado con un gestor autorizado el tratamiento de todos los residuos que se habían heredado, con el objetivo de que los contenedores puedan quedar vacíos y volver a prestar servicio. Para tramitar el ingreso de restos, una persona se encarga de rebajar en la clasificación y gestión de las instalaciones. «Antes esa persoa existía pero só realizou a clasificación mentres non se colmataron os contenedores», explica el responsable del BNG. Después de estas gestiones, una técnica de Medio Ambiente volvió a inspeccionar las dependencias municipales y comprobó el buen estado en el que se encuentran en la actualidad.
Compostaje
El gobierno también trabaja en formalizar un contrato para la recogida de envases ligeros, que estaba sin actualizar desde el 2008, y también el de vidrio. El objetivo es poder separar y reciclar todos los materiales posibles, por lo que se empezará con la implantación e la recogida de papel y cartón y proyectan ya una experiencia de compostaje casero.
Además de ser una ayuda para el medio ambiente, la medida serviría para rebajar el pago de 59 euros por tonelada que el Concello tiene que pagar a Sogama, junto a los costes de mantenimiento, recogida y traslado de los residuos a la planta que existe en el cercano concello de A Cañiza.