Ponteareas solo usó ocho veces este año un etilómetro que costó 7.000 euros

L.Míguez PONTEAREAS / LA VOZ

VIGO

En el 2010 los agentes realizaron cinco veces más pruebas de alcoholemia

13 oct 2011 . Actualizado a las 11:52 h.

7.000 euros de inversión en un aparato para detectar de forma fiable los positivos en alcoholemia. No parece dinero malgastado si se tiene en cuenta que durante el 2010 se produjeron 37 atestados por esta infracción gracias al esfuerzo de la policía local y la organización de las patrullas nocturnas. Sin embargo, un año después, el panorama tiene poco que ver.

Las cifras caen en picado en la mayoría de actuaciones, según los datos de los informes locales. Solo en cuanto a controles con el nuevo etilómetro, el número es cinco veces menor. Este aparato es imprescindible a la hora de presentar una denuncia, puesto que se trata de un alcoholímetro de precisión que se diferencia de los que se usan en controles rutinarios por su funcionamiento y su fiabilidad. Además, estos últimos necesitan ser transportados en furgones y su precio varía notablemente con los aparatos móviles que se usan en los controles rutinarios, ya que estos pueden valer unos mil euros.

La bajada que se observa en esta clase de incidentes se repite en otras muchas si se comparan los datos de la policía local del 2010 con las del primer semestre del presente año. En este tiempo se registraron 13 accidentes, 22 delitos contra la seguridad vial, 2 altercados, dos casos de violencia de género, uno por lesiones, otro contra el patrimonio y dos de desobediencia y amenazas a los agentes de seguridad.

Diferencias

Aunque el período de los datos correspondiente con el 2010 es menor, hay puntos en los que las diferencias son abismales. Por ejemplo, el control en el horario de cierre de los locales, que en el pasado año rozaba el centenar y ahora han desaparecido de los informes policiales.

La medida ha sido también percibida por los vecinos de la villa, que destacan que la presencia de patrullas se ha reducido en los últimos meses de forma visible y existen fines de semana en los que no observan a ningún agente controlando el casco urbano. De hecho, solo hay que tener en cuenta que en las actas denunciadas pro alterar el orden público, uno de los delitos clásicos del horario nocturno, no existe ningún caso en el año actual pero sí constan 93 durante el 2010, así como 9 expedientes por tenencias de armas.

La situación podría cambiar con la creación de la plaza de oficial, un asunto pendiente desde hace tiempo que provoca que los cargos de mando sean escasos en la plantilla actual.