La marcha en defensa del Galiñeiro reúne a 2.000 personas

Soledad Antón García
Soledad Antón VIGO / LA VOZ

VIGO

Méndez Ferrín, gran conocedor de la zona, leyó el manifiesto final

19 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Alrededor de 2.000 personas secundaron ayer la segunda marcha en defensa del Galiñeiro, de las que algo más de la mitad realizaron la totalidad del recorrido (diez kilómetros), en tanto el resto se fue incorporando a lo largo del mismo. En total algo más de tres horas de caminata. Es la segunda que convoca el movimiento social que exige la protección de la sierra.

Además de un notable incremento en el número de participantes, la principal novedad con relación a la cita del pasado mes de febrero, fue la lectura de un manifiesto seguida de una fiesta lúdico-gastronómica que se prolongó hasta bien entrada la tarde.

El objetivo de los convocantes no solo es dejar patente su rechazo frontal al previsto parque eólico, sino también reclamar la ampliación del Parque Natural del Monte Aloia, desde donde partió la marcha, a todo el cordal. Recuerdan que hace tres años el conselleiro de Medio ambiente y los alcaldes de la zona anunciaron dicha ampliación. «Foi una declaración baleira», afirman, al tiempo que recuerdan que a día de hoy solo los concellos de Vigo y O Porriño clasifican en sus planes urbanísticos sus respectivas partes de sierra como suelo rústico de protección de espacios naturales.

Actividades impactantes

La lectura del manifiesto corrió a cargo de Méndez Ferrín. El presidente de la Real Academia Galega conoce muy bien la sierra y todos los tesoros que esconde, ya que la ha recorrido en numerosas ocasiones, tanto a pie como a caballo. Se denuncian en el documento las actividades altamente impactantes «que estragan a serra, perseguindo a cega idea dun desenvolvemento ilimitado, e usando a natureza dun xeito irreponsable».

Recordó el rico patrimonio geológico y biológico que esconde el espacio, así como las incontables huellas que aún perviven de la presencia humana en época prehistórica. Citó en concreto el petroglifo de Auga da Laxe, «de características únicas no contientnete europeo», o las mámoas de Chan das Moulas.

Pura González, portavoz de los convocantes, valoró positivamente la respuesta e incidió en la necesidad de frenar la especulación que pretende hacerse sobre el territorio, «que diezmaría la explotación silvícola, ganadera, micológica, etc., que son las que ahora realizan los vecinos y las que generan riqueza para la comunidad».

La fiesta que puso fin a la reivindicación empezó con una comida campestre amenizada por música de gaita, en la que no faltó la presencia de una pulpeira. Actuaron a continuación la charanga A vaca pinta y el coro de música tradicional de Vincios Os cantares do Brión.

La organización técnica de la caminata corrió a cargo de Montañeros Celtas, que contó con la colaboración del Club de Montaña Peña Trevinca.