Los históricos niveles de descenso que registra el embalse de Bahíña tienen su lado positivo y es que, al menos, el Ayuntamiento podrá llevar a cabo algunas labores de limpieza. El Concello estudia ahora cómo sacar el vehículo que ha aflorado a la superficie debido a la sequía. Los técnicos municipales ya han examinado el terreno.
El alcalde, Jesús Vázquez Almuiña, manifestó que se hace imposible extraerlo con una grúa desde lo alto del barranco desde donde cayó al embalse. La zona resulta de muy difícil acceso para una grúa. Por otra parte, el vehículo se encuentra semienterrado en el fango. Por este motivo, se está analizando la posibilidad de ir cortándolo en pedazos y extraerlo de forma manual. Con este procedimiento se llevó a cabo la retirada de otros vehículos que aparecieron cuando hace unos años la Xunta llevó a cabo las obras de ampliación de la presa.
Los restos del vehículo se encuentran ya muy deteriorados, por lo que se sospecha que lleva muchos años en el fondo de la laguna. Algunos operarios de la empresa concesionaria Espina y Delfín tenían alguna referencia de que había un turismo enterrado. Pero nadie sabía a ciencia cierta en qué lugar se encontraba. La disminución del nivel del agua ha permitido ahora identificarlo. Se desconocen las causas de este hecho, pero lo más probable es que su propietario decidiera deshacerse de él para ahorrarse el coste de llevarlo a un desguace.
El recinto del embalse no se encuentra vallado en todo su perímetro. Las obras que se llevaron a cabo recientemente incluyeron la instalación de unas vallas, pero solo en la entrada de las instalaciones. Bordeando el terreno comunal se puede llegar hasta la misma orilla de la presa, que actualmente ofrece una imagen insólita de escasez de agua.