Los residentes del casco viejo se reunirán con el alcalde por la violencia
07 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El consumo excesivo de alcohol y la violencia han empañado el disfrute pacífico de las fiestas de la Anunciada para algunos ciudadanos. Los resultados están la vista: ayer una menor tuvo que ser ingresada en un centro sanitario, víctima de un coma etílico. Pero la peor parte se la llevó un vecino del Casco Vello. Este trabajador autónomo de la construcción, Manuel Raposo, de 47 años, se dirigía a su casa cuando, al pasar por unas escaleras en la rúa Igrexa hacia su domicilio, tiró con el pie sin querer un vaso de bebida que estaba apoyado sobre las escaleras.
Dos jóvenes que se encontraban allí bebiendo, entre un nutrido grupo de personas que también consumían alcohol en la calle se lanzaron sobre él. Los agresores, tras empujar a la mujer de Manuel para apartarla del escenario, arremetieron contra él y le pegaron numerosas patadas y puñetazos. A consecuencia de la paliza, el hombre quedó inconsciente un rato, momento que aprovecharon los dos jóvenes, que tienen poco más de veinte años, para huir del lugar.
La víctima logró llegar a su casa, cerca del sitio donde tuvo lugar la agresión y desde allí fueron movilizados los servicios sanitarios que trasladaron a la víctima al punto de atención continuada de A Xunqueira. Este centro atiende a muchas personas durante los fines de semana procedentes de Baiona, Nigrán y Gondomar. En el centro de salud vieron que podía tener fracturas de huesos y enviaron al herido al Hospital Povisa de Vigo donde las radiografías confirmaron que tenía la nariz y el dedo de una mano rotos.
Los vecinos del casco antiguo de Baiona están hartos del «ruido, las peleas, los vómitos» de jóvenes que practican el botellón en las calles del barrio histórico de la villa y el martes se reunirán con el alcalde, Jesús Vázquez Almuiña, para abordar este serio problema.