Desde hace dos años son los propietarios del terreno de monte donde su ubica, pero el alcalde se niega a recibirlos
28 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.«Estamos cumpliendo la sentencia escrupulosamente y, por supuesto, no podemos incumplirla. Ellos que la cumplan también». Con estas escuetas palabras el alcalde se zafó ayer de la pregunta sobre el estado del contencioso entre el Concello vigués y la comunidad de montes de Teis a cuenta de los terrenos de Vigozoo.
En el plano juridicial el litigio entre ambas partes se zanjó hace dos años, cuando el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia otorgó la titularidad de los terrenos a la comunidad de montes en una sentencia firme. Sorprendentemente, a partir de ese momento nada se ha movido pese a los insistentes intentos de los vecinos.
Lo más llamativo es la negativa del alcalde y del grupo socialista a mantener cualquier contacto con la comunidad pese a las sucesivas solicitudes de entrevista. De hecho, Caballero no los ha recibido nunca y también impidió que lo hiciera el año pasado la responsable de Facenda. Raquel Díaz los citó, pero antes de la reunión la anuló con una excusa y nunca volvió a llamarlos.
En última instancia el problema que los enfrenta es económico. Los comuneros lograron demostrar en los tribunales que el Concello construyó el zoológico vigués, que ocupa más de 40.000 metros cuadrados, en terrenos de monte de su propiedad. Obviamente, la forma de resolver el contencioso es pagárselos, algo que no ha ocurrido.
No obstante, el fallo judicial tiene también una parte positiva para el Concello. Reconoce la titularidad municipal de los edificios e instalaciones allí construidas, por lo que el acuerdo puede seguir dos caminos. O bien el Concello negocia un precio por la parcela o, en su caso, la comunidad le abona las instalaciones al Concello y se hace con la propiedad de Vigozoo.
Parece evidente que los comuneros no tienen intención de explotar un zoo, por lo que hasta ahora la situación permanece en vía muerta. En apariencia es lo que busca el Concello, que así se evita un desembolso económico y sigue gestionándolo como si fuera de su propiedad.
Movimientos fallidos
En estos dos años la comunidad de montes ha realizado varios intentos para soslayar la negativa de Caballero a negociar. Primero intentó involucrar a la Xunta para amagar con cederle la instalación una vez fuera de su propiedad, pero el Gobierno autonómico rechazó hacerse cargo de un recinto deficitario.
Posteriormente los comuneros intentaron cerrar el aparcamiento de la plaza de acceso al zoo, que también considera de su propiedad, con grandes bloques de granito. Sin embargo, el Concello los retiró y la medida quedó sin efecto.
Mientras todo esto ocurre el club de fútbol de Sampaio sufre los daños colaterales. Situado su campo en A Madroa, no puede realizar obras ya que también es de la comunidad, que se niega a darles autorización sin un acuerdo previo con el Concello.
El regidor asegura que «estamos cumpliendo la sentencia escrupulosamente»
El Concello retrasa una solución para no tener que
pagar el terreno
a los comuneros