Septiembre ya casi es historia

Míriam Vázquez Fraga VIGO/LA VOZ.

VIGO

Los exámenes de recuperación de este mes se suprimen el próximo curso en todas las facultades de Vigo salvo Minas«Supone tener libre el verano, pero también dos años más de carrera como mínimo»La aplicación del Plan Bolonia hace que las pruebas de septiembre se trasladen a julio

09 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Se acaban los madrugones de agosto, el robarle tiempo a la playa mientras la mayoría están de vacaciones y, en definitiva, el estudiar en verano. Podría parecer una idea atractiva. Pero los que estos días se enfrentan a los que serán los últimos exámenes de recuperación de septiembre en el campus de Vigo opinan todo lo contrario. «Nos parece fatal que nos hagan esto», explican los estudiantes afectados.

La aplicación de Bolonia traslada las pruebas de recuperación a julio. Las licenciaturas se convierten en grados, pero aquellos que comenzaron sus estudios en años anteriores con el plan antiguo verán cómo su calendario se adapta al de las nuevas generaciones, lo que conlleva la desaparición, también para ellos, de la convocatoria de septiembre.

«Para carreras con menos nivel de dificultad seguramente funcione, pero nosotros no podemos preparar una asignatura en un mes», explican Cristina Carro, Adrián Fernández e Ignacio Martínez, estudiantes de Industriales, en referencia al período que les quedará desde el próximo curso entre el examen ordinario de junio y el de julio -en el que se recuperarán también las materias de febrero-. «En junio te presentas a las que tienes bien estudiadas, y luego está el verano para preparar bien otras distintas de septiembre. Eso en tres semanas resulta imposible», añaden. «Tendremos que planificarnos de manera distinta: ahora nuestro septiembre va a ser la convocatoria extraordinaria de diciembre», comentan.

En cualquier caso, reconocen que, posiblemente, el nuevo calendario sí beneficiará a los alumnos que comienzan los grados. «Cuentan más las prácticas y el trabajo diario, y así julio funcionaría como repesca. Nuestro sistema es distinto: te enseñan a sufrir y trabajar para jugártelo todo a un examen y que no siempre dé resultado», cuentan.

Los que terminan el próximo año su licenciatura le ven la ventaja de que, si todo va bien, se graduarán en julio. «Por lo demás, supondría tener el verano libre, pero no compensa, porque también implicaría dos años más de carrera como mínimo», explican Abel Aldao, Alejandro Gómez y Mar Fandiño, también de Industriales.

Los estudiantes de Ingeniería de Minas tampoco están de acuerdo con el nuevo calendario. La diferencia es que, como excepción, no se amoldarán a él. «Aquí se hizo una votación y ganó por mayoría aplastante mantener septiembre», aclaran. Así, habrá doble calendario: uno para grados (con exámenes en julio) y otro para licenciaturas (con las pruebas en septiembre). Según el decano, Pedro Arias, esto es decisión de la Junta de Escuela. «Los alumnos tienen una representación del 25%. Se votará cada curso y en cuestión de dos o tres años, cuando la mayoría sean de Bolonia, septiembre desaparecerá», pronostica.