Un piloto sin identificar hizo peligrosas piruetas sobre la playa de Rodas
19 ago 2010 . Actualizado a las 11:40 h.Las más de dos mil personas que en ese momento disfrutaban plácidamente de «la mejor playa del mundo» (según el dictamen del diario británico The Guardian) se quedaron estupefactas. Era la una de la tarde del martes cuando los bañistas de las islas Cíes se vieron sorprendidos por un avión que hacía peligrosas piruetas sobre sus cabezas. Los guardas del único parque nacional de Galicia no daban crédito.
«Las pasadas fueron en vuelos bajos a toda velocidad, tanto por la playa como por la zona del Faro, que es muy concurrida, y otros lugares del archipiélago», señalaban ayer responsables de Parques Nacionales.
El organismo ha abierto un expediente para tratar de identificar al piloto que realizó esas maniobras y no descarta que se imponga una sanción, tanto por la peligrosidad de la acción como por el hecho de que los vuelos sobre las Cíes están absolutamente prohibidos, «salvo causa mayor o permiso expreso».
Por ahora las sospechas se centran en la posibilidad de que se trate de un militar y de que el aeroplano sea un Casa de Aduanas. En el registro del aeropuerto de Peinador no consta una salida de este tipo el pasado martes y se investiga si en el de Santiago sí se produjo. En todo caso, se le enviará una copia de la Ley de Parques Nacionales a la dirección de Lavacolla para que exista constancia de que sobrevolar las islas no está permitido.
De confirmarse que el piloto era militar, estaríamos ante una acción de cierto parecido con la que protagonizaron unos soldados de la OTAN en la playa viguesa de Samil en agosto del año pasado. Aquellos militares irrumpieron a toda velocidad en la zona de baño con zódiacs, provocando el malestar de cientos de bañistas. El incidente se saldó con las disculpas de los mandos y ninguna sanción.
Las Cíes viven estos días de agosto su etapa álgida como polo de atracción turística. El cupo diario de 2.200 visitas que se reparten las cinco navieras autorizadas se cubre fácilmente, a lo que hay que añadir las 800 plazas que tiene el cámping. La mayor parte de los turistas se concentran en la playa de Rodas y el resto se reparten entre los arenales de Figueiras y A Nosa Señora.