La fiesta más rara, entre flashes y rosarios

Sara Vila AS NEVES/LA VOZ.

VIGO

Santa Marta de Ribarteme, en As Neves, celebra hoy la procesión en la que algunos fieles van en ataúdes. Gente de todo el mundo estará pendiente de los dos ofrecidos que cumplirán en féretros sus promesas

29 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La segunda fiesta más rara del mundo, según el periódico británico The Guardian, comienza con los doce cohetes que lanza Avelino Faro todos los años a eso de las ocho de la mañana. Hace veinte años tuvo un accidente con su moto y se rompió las vértebras principales. Estuvo tres meses en el hospital, y fue entonces cuando prometió a la santa que lanzaría todos los años doce cohetes en la primera misa si lo ayudaba a recuperarse. «Cando me dei conta de que ía sen frenos por unha estrada chea de curvas costa abaixo, Santa Marta foi o primeiro que se me viu á cabeza, e pedinlle que me axudara».

La romería atrae a fotógrafos y periodistas de todo el mundo por su carácter casi tribal y aborigen. Lo más curioso es la procesión por la que desfilan ataúdes con personas en su interior (vivas) a las que la santa ha ayudado. Este año serán dos los ataúdes que se sacarán a la procesión. Uno es de tamaño pequeño, para un niño, que probablemente irá vacío. El otro es de adulto y la identidad de quien lo ocupará se mantiene en secreto hasta el momento de la procesión. Tras los ataúdes, normalmente portados por personas de la familia del ofrecido, se reúnen un grupo de romeiros que van cantando una serie de versos en honor a la santa.

Los vecinos cuentan que antes había mucha más gente que se ofrecía a ir en ataúd, y que a medida que pasa el tiempo la devoción se va perdiendo. De hecho, tal y como se cuenta por la zona, al párroco de Santa Marta no le gusta que se cree tanta expectación en torno a la romería, ya que teme que se pierda la fe y se convierta en un espectáculo. Según cuentan los vecinos, si el cura se entera de que hay alguien que va en el ataúd por tener un minuto de gloria él no lo permite.

Sin embargo, se trata de una celebración que ha sido retratada por fotógrafos internacionales. Julio García es uno de ellos. Es un fotógrafo freelance que viene desde Cataluña atraído por las fotos que ha visto. También Bridget Smith viene desde Londres para sacar sus fotos y luego mostrarlas en una galería de arte.

No solo son fotógrafos y devotos los que se interesan por la romería. El Nobel de literatura Camilo José Cela ya comenzaba su libro Del Miño al Bidasoa hablando de la romería.