Los responsables de las academias universitarias de Vigo reconocen que les resulta complicado ser objetivos con el Plan Bolonia por la parte que les toca, pero sus posibles efectos positivos son invisibles para la mayoría. «Se les dan muchas facilidades para aprobar, se reduce el temario y el nivel baja muchísimo», se lamenta Sonia Cidanes, de AM. Aseguran que los propios alumnos tampoco están de acuerdo con la mayoría de los cambios. «Junio y julio están muy cerca, y a veces tienen que decidir qué asignaturas van a preparar a la espera de las notas y sin saber a ciencia cierta si van a aprobar o no», señala Nuria Daponte. Además, no creen que les beneficie por tener la materia más fresca: «Al final, si suspendiste es porque no lo habías preparado o porque lo habías hecho de forma deficiente», dice Xosé Castro. Como aspectos positivos, dos opuestos: «los dos meses de descanso de verano o la posibilidad de usarlos para trabajar».