Lección de cata «enoliteraria» al calor de la nueva tertulia del Marco

SANTIAGO CIUDAD

16 feb 2010 . Actualizado a las 09:53 h.

Manuel Gago en estado puro. Acertaron de plano los inventores de la recién nacida tertulia gastronómico-literaria del Marco, O sabor das letras, al elegir a este hombre todoterreno para arrancar la actividad. Manuel lo mismo imparte clases en la Universidad de Santiago, que dirige un portal de divulgación cultural, que promueve un código de buenas prácticas para el blogging gastronómico, que elabora su personal guía de vinos peninsulares...

Precisamente de eso, de vinos y viandas, adobadas con literatura, va el proyecto que comparten la Fundación Casares y los Amigos del Marco. Para la puesta de largo de la tertulia Gago jugó sobre seguro. Eligió, entre otros, textos de dos autores cuya devoción por la buena mesa es de todos conocida: Álvaro Cunqueiro y Carlos Casares.

De dicha devoción dejaron sobrada constancia por escrito. Gago echó mano de distintos párrafos de libros y artículos firmados por ambos para captar la atención del auditorio, al que propuso un viaje imaginario por tierras de las cuatro provincias gallegas, con parada y fonda en O Rosal, Ons, San Vicente de Pombeiro (Ribeira Sacra), fragas del Eume (mosteiro de Caaveiro) o las tierras del Ribeiro.

Pese a que este arranque literario-gastronómico estaba reservado a integrantes de los colectivos ya citados, en el restaurante del Marco no quedaba ni una sola mesa libre. No sé cómo se las van a arreglar en el futuro (las tertulias tendrán periodicidad mensual), dado que piensan abrir la tertulia a todos los públicos, previo paso por caja. Un paso bien modesto (siete euros) teniendo en cuenta que la cata incluyó media docena de vinos y otros tantos pinchitos alusivos a los textos.

A medida que las copas se iban vaciando, la temperatura de la sala iba subiendo enteros. Teniendo en cuenta que la cita duró más de tres horas, no es de extrañar que Manuel Gago tuviera que emplearse a fondo (verbalmente) en la recta final para hacer valer la batuta. Eso sí, con mucho humor.

Pese a lo prolongado de la velada, nadie estaba dispuesto a moverse de la silla. Además de las respectivas presidentas de la Fundación Carlos Casares y los Amigos del Marco, Kristina Berg y Daniela Sarraino, respectivamente, también participaron con entusiasmo en la iniciativa Xulián Moure, Marta Viana, Camiño Noia, José Domingo Pérez, Asunción Romaní, Antonio Graña, Blanca Pérez, Cristina Castro, Esperanza Prol, Carmen Casal, Guadalupe Hermida (su mesa estuvo especialmente animada), Mercedes Méndez, Anne Mc Cabe, Rosa María Cividanes, César Cunqueiro, Julia Alvés, Marisol Vázquez...

Uno de los momentos más sorprendentes de la velada se produjo cuando Manuel Gago decidió que nadie mejor que el propio Carlos Casares para relatar un pasaje del cuento O polbo xigante, así es que mientras los asistentes catábamos un godello de Adega Pena das Donas con un bocado de pulpo con puré de patatas y ajo confitado, la voz del escritor de Xinzo hizo enmudecer la sala, que aún tendría otro privilegio, en este caso en el capítulo gastronómico: dar buena cuenta de las últimas botellas (sólo hace 900 al año) de la cosecha del 2007 de Escolma (A Torna dos Pasas), ese vino que que elabora Luis Anxo Rodríguez en tierras del Ribeiro, y del que no habrá más hasta el 2012.

En cambio, lo que no ha hecho más que empezar es la apuesta del tándem Fundación Casares-Amigos del Marco, bautizada como Café Voltaire. Xavier Castro y Yolanda Castaño serán los próximos conductores del invento, que es lo mismo que decir que en sus manos estará la elección del maridaje entre textos y condumio.

Un Camino paralelo. No abandono el mundo del vino, que da para mucho. Para tanto que a un grupo de asiduos de la jamonería Alalá de Panxón les ha permitido conocer los tres principales Chateaux franceses, los impresionantes viñedos de Burdeos y las bodegas riojanas Muga. Todo después de haber demostrado ser los mejores catadores aficionados en el concurso que organizó Viña Costeira.

Además de otros regalos menores, el premio gordo era precisamente ese peculiar Camino paralelo de una semana de duración. Seguro que le están más que agradecidos a Eva Esmerode, propietaria del Alalá, por haberles animado a presentarse en su día al concurso.

Aunque los paladares más finos del grupo demostraron ser los de Montserrat García, Carmen Valtierra y Mónica Durán, pudieron disfrutar del enoviaje el resto de los compañeros con los que se inscribieron en su día: Elena Pérez, Ángeles Cea, Gonzalo Giráldez, Carmen Valtierra, Fabio Veiga y Tyales Veiga. «El año que viene volvemos a presentarnos», dijeron. Y es que ante el éxito de la convocatoria el gerente de la cooperativa, Argimiro Levoso, ya confirmó también que el año que viene, más.