El progresivo abandono de los cultivos tradicionales está provocando una disminución del número de pájaros asociados a estos hábitats. El Grupo de Anelamento Anduriña realizó un seguimiento durante cinco años consecutivos en el entorno de la Lagoa de Vilariño que constata este proceso. No detectó ejemplar alguno de dos especies comunes que, según dice el biólogo Antonio Cordeiro, «tiñan que estar e nunca os atopamos». Son el gorrión molinero y la escribana hortelana.
Cordeiro entiende que su desaparición constituye un «toque de alarma» que va más allá de la zona de estudio. Dice que Anduriña ya había advertido a las autoridades hace quince años sobre la necesidad de recuperar los cultivos en la isla de Ons.
Especies en peligro
El pardal pequeño y el gorrión molinero casi no se ven en Vilariño. Cordeiro augura su desaparición en no más de veinte años.
La chova piquirroja y la grajilla están también en peligro en el entorno de la laguna, en donde ya casi ningún vecino sigue cultivando los productos tradicionales, como patatas, guisantes, tomates y demás hortalizas, especialmente desde la aparición de los jabalíes en la zona, cuyos daños en las cosechas desanimaron a muchos que todavía mantenían cultivadas sus fincas.
El objeto del estudio no era, sin embargo, comprobar la evolución del número de pájaros, sino la biología de las distintas especies. Anduriña presentará su ponencia mañana en el VII Congreso Galego de Ornitoloxía que se celebra este fin de semana en Monforte de Lemos. También aportará una segunda ponencia, sobre la expansión de la golondrina dáurica por el territorio gallego.
El trabajo realizado en Vilariño consistió en controles mensuales desde el año 2000 hasta el 2005, un total de sesenta días, uno cada mes, en los que los miembros del colectivo anillaron unas dos mil aves de 42 especies diferentes ligadas a este tipo de hábitat
Los pájaros que más abundan en la zona próxima a la laguna son la curruca papirotada (papuxa das amoras, en gallego), el petirrojo (paporrubio), el mosquitero (picafollas), el mirlo (merlo), el verdecillo (xirín), el gorrión (pardal), el acentor (azulenta), el verderón (verderol), el chochín (carrizo) y el carbonero común (ferreiro). Hay también patos, garzas y otras aves de mayor tamaño que no eran objeto del estudio.
Otras especies, como el papamoscas, el ruiseñor, o las currucas zarcera y mosquitera, paran en el entorno de la laguna en su viaje desde Escandinavia y en general la ruta atlántica europea, hacia África.
El mayor número de pájaros se da en febrero, por la invernada de dos especies insectívoras (la curruca papirotada y el mosquitero) y a principios de verano, por el nacimiento de las crías. El momento de menor población de aves es en abril, por la partida de los pájaros invernantes y el inicio de la cría.
La curruca autóctona
La curruca papirotada está presente todo el año, aunque no los mismos pájaros. Curiosamente, la autóctona vuela a Andalucía y Marruecos para dejarle su sitio a la que llega del norte de Europa. En invierno, las naturales de Vilariño están en el sur y las europeas, en el entorno de la laguna.
En primavera se produce el proceso contrario. Su población, abundante aún, cayó durante unos años y se recuperó en los dos últimos.
Apenas hay estudios de este tipo en Galicia, por lo que no es posible establecer comparaciones.