Una viguesa atrapa el grito de Tarzán en un pentagrama

VIGO

12 sep 2008 . Actualizado a las 12:04 h.

Hace años que los herederos de Edgar Rice Burroughs, el creador de Tarzán, tratan de registrar en la Oficina para la Armonización del Mercado Interior (OAMI) el grito del hombre mono como marca, lo que les reportaría suculentos beneficios a través de su explotación comercial. La respuesta siempre era la misma: no es posible porque el espectrograma del grito no explica con claridad el sonido, y es imposible reconocer en esa imagen si representa a una voz humana o a otra cosa.

Ahora todo puede cambiar. Una viguesa, Ángeles Durán, ha logrado registrar la partitura musical del grito, que ella ha denominado La llamada , porque «Tarzán llamaba a los animales con su grito». Ángeles no es una profesional de la música. Es perito judicial, aunque también trabaja en una asociación de consumidores y será la candidata de Ciudadanos por la provincia de Pontevedra en las próximas autonómicas.

«Me gusta romper moldes y sentar precedentes», afirma contundentemente. «Yo me dije, ¿cómo que no es posible representarlo con notas si la voz son notas musicales?». Y ella y un músico llamado Umberto se pusieron a escribir el grito. «Fue como un juego que nos obligó a escuchar muchas veces el sonido», explica.

El resultado son notas, corcheas y sostenidos en cinco pistas distintas que permitirán interpretar la partitura tanto a un tenor como a un violinista o a un guitarrista. «A mí me gusta mucho cómo queda con el violín», reconoce la autora, que no ha perdido el tiempo y ya se ha puesto en contacto con los herederos de Edgar Rice Burroughs. «Se han mostrado muy interesados en comprar los derechos porque les hace falta para conseguir la patente del grito», señala. «Eso es un montón de dinero», le sugiero. «No creo», responde irónicamente.

En cualquier caso, Ángeles Durán podría vender su partitura a Burroughs Incorporated y aún le quedarían los derechos de autor para seguir en contacto con Tarzán, un personaje que conoció de muy niña cuando veía todas sus películas.

Por cierto que Johnny Weissmuller, el actor que popularizó el personaje, siempre dijo que se había inspirado en los cantos tiroleses de su Austria natal para lanzar su deseado berrido. Ya tendría su aquel si la acusasen de plagio.