Karpin ficha por el Spartak de Moscú y abandona Vigo

Redacción digital VIGO

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El ex jugador del Celta decidió invertir en la ciudad olívica cuando se retiró pero se marcha «desilusionado». Tenía paradas siete urbanizaciones en las que invirtió cien millones de euros.

08 ago 2008 . Actualizado a las 20:15 h.

El ex jugador del Celta Valery Karpin ha fichado por el Spartak de Moscú como director general del club por lo que resta de temporada y un año más y abandona Vigo donde decidió instalarse una vez retirado como jugador e invirtió en diversos sectores, especialmente en el inmobiliario. La crisis del sector le ha afectado como a muchos otros promotores y en su caso tenía siete urbanizaciones paradas en las que lleva invertidos cien millones de euros en cuatro años.

«Todo ha surgido muy deprisa y tenía que tomar una decisión sobre la marcha» dice el ex-futbolista en el comunicado que ha remitido a los medios de comunicación. Explica Karpin que en la decisión ha influido su estado anímico actual en Vigo. «A día de hoy estoy bastante desilusionado, quizá la palabra sea aburrido por no usar otra que coloquialmente lo definiría mejor».

«Cuando me retiré de futbolista lo tenía claro. Quería vivir en Vigo e invertir mi dinero en la ciudad» pero como reconoce el futbolista toda la ilusión del principio se esfumó y junto a su socio pecaron de «pardillos». «Descubrimos que en nuestra profesión priman más los intereses de los juegos políticos que los intereses de la ciudad. Me di cuenta que en política hablan de medir los tiempos pero nunca de cumplir los plazos».

La crisis del sector ha sido la gota que colmó el vaso. «Cuando llegas sin fuerzas al final del camino, después de una maratón, lo que faltaba!, el sistema financiero pone todo patas arriba y donde antes valía todo, ahora no vale nadas», relata en su comunicado Karpin.

Karpin se va de Vigo sintiéndose tan vigués como los que han nacido en la ciudad, dejando un recadito a los políticos. «Como vigués, quiero decirle a los políticos, que Vigo os necesita, como ciudadanos normales y no como políticos». Además recuerda que su caso no es el único y que algo parecido ha ocurrido con proyectos inmobiliarios en la ciudad de «Ikea, Hipercor, Citroën, empresas auxiliares del automóvil y del sector naval».