Una mujer quedó atrapada el domingo mientras paseaba por la orilla. Al pisar la arena negra, se hundió casi un metro
15 jul 2008 . Actualizado a las 15:43 h.La playa Barbeira se ha convertido en un peligro para los bañistas después de las obras de regeneración.
El nivel de la superficie se ha elevado en dos metros de altura y en algunas zonas de la orilla no tiene la firmeza suficiente, lo que puede suponer una trampa para los usuarios. Al menos eso fue lo que le pasó el pasado domingo a una mujer de Baiona, que acudió a los arenales para disfrutar de una tarde de verano y acabó abandonando la playa descalza y después de recibir el susto de su vida.
C.B. una persona conocida en Baiona pero que prefiere guardar su identidad, estaba tomando el sol con su hija y decidió acercarse hasta la orilla para dar un paseo.
Desesperada
Eran las siete de la tarde y la marea estaba baja. Se dirigió hacia el extremo del Monterreal Club de Yates y empezó a notar que la arena era demasiado blanda. De repente, se le hundió el pie, quiso hacer fuerza y la arena seguía tragando su cuerpo. Afirma que vivió momentos de gran desesperación. No quiso pedir ayuda para no alarmar a su hija, y porque apenas había usuarios en estos arenales que tampoco están vigilados por socorristas.
La arena continuaba absorbiéndola hasta que al final pudo dar un tirón y salir del fango, después de perder el calzado. «Fue una sensación terrible, la arena me tragaba y cada vez me enterraba más, me atrapó los muslos, me hundió unos ochenta centímetros», manifestó ayer.
La mujer dio cuenta de lo sucedido a un agente de la policía local y también tiene previsto remitir una carta al alcalde para que tome medidas de prevención. «Soy una persona alta y delgada, pero no quiero pensar lo que puede ocurrir si a un niño se le ocurre ponerse a jugar ahí», manifestó ayer esta bañista.