Mouriño mantiene su confianza en López Caro como técnico del Celta

La Voz

VIGO

«No es cuestión de un entrenador, el problema es que el equipo no acaba de enganchar», manifestó el rector

04 mar 2008 . Actualizado a las 11:11 h.

La profunda crisis en la que se encuentra inmerso el Celta no se cobrará ninguna víctima. Al menos por el momento. De entrada el presidente Carlos Mouriño se apresuró a dar un nuevo voto de confianza a López Caro en la dirección del equipo. Para el presidente, que asume que no se están cumpliendo las expectativas y que equipo no acaba de engancharse al tren de cabeza, todos son responsables de la situación. Desde el propio consejo a la plantilla pasando también por el cuerpo técnico.

Carlos Mouriño ratificó a Juan Ramón López Caro en plena celebración de la asamblea de la Federación Española de Fútbol. En declaraciones a la Radio Galega el presidente del Celta manifestó que «no corre peligro [el entrenador] porque no es problema de un jugador, ni de un directivo ni de un entrenador, es un conjunto que está ahí y no están saliendo las cosas como se quiere».

En el mismo sentido hizo alusión a los bajones que el equipo sufre en el segundo tiempo mientras sostenía que la calidad de la plantilla está fuera de toda duda. «Yo creo que no es cuestión de un entrenador o de otro, el problema es que el equipo no acaba de enganchar, el equipo pierde fuerza sobretodo en los segundos tiempos. Tenemos los jugadores, creo que su calidad quedó demostrada el domingo pero nos falta algo más».

La primera en mostrar su desencanto con la situación que sacude al equipo fue al afición a la conclusión del partido del domingo. Mouriño acepta la crítica, que desde su prisma iba dirigido a todos los estamentos del club: «Creo que la afición le silbó a todos, incluyendo a la directiva, al entrenador y al equipo. Después de hacer lo que yo considero un magnífico primer tiempo acabar el partido como acabó, es para preocuparse. Siempre hemos dicho que la afición debe animar al equipo y al final de los partidos expresar sus sentimientos y está claro que el sentimiento del domingo no era bueno».

Tirando de manual, el presidente sigue pensando en que el equipo puede salir de la crisis y acabar ascendiendo: «Mientras haya posibilidades tenemos que mantener la esperanza».