El histórico club vigués acabó como líder destacado la primera vuelta en Preferente y aspira a volver a Tercera 12 años después
10 ene 2008 . Actualizado a las 13:13 h.Los más jóvenes del barrio de Lavadores no recordarán que el Gran Peña llenaba muchas veces el campo de Barreiro en sus partidos de Tercera División, y muchos ni siquiera sabrán que existe un club de fútbol con ese nombre.
Es sin duda un histórico del fútbol vigués: 42 temporadas en Tercera y durante 19 estuvo como filial del Celta. De sus filas salieron muchos jugadores que después triunfaron vestidos de celeste por los campos de Primera.
Pero desde su descenso a Preferente en 1996, el club del populoso barrio vigués ha atravesado una verdadera travesía del desierto, que le ha llevado incluso a jugar en Primera Regional, aunque ahora parece que empieza a ver la luz al final del túnel y el Gran Peña se asoma a la cabeza de la clasificación de la Preferente Sur.
La victoria del equipo que entrena Julio Álvarez-Buylla el pasado fin de semana en el campo del Choco (1-2) permite que los grampeñistas acaben la primera vuelta del campeonato con cinco puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, que es precisamente el conjunto redondelano.
El objetivo es acabar la temporada en el primer puesto, que es el único que da plaza directa en Tercera División la próxima temporada sin jugar eliminatoria. A pesar de esta privilegiada situación y de la supuesta necesidad de que un histórico regrese a sus orígenes, el presidente del club, Ricardo Lores, asegura que no hay ninguna presión: «Desde la directiva no podemos presionar ni a la plantilla ni al entrenador porque no hay que olvidar que somos el segundo presupuesto más bajo de la categoría. Tenemos que ir partido a partido, que es lo que hemos hecho hasta ahora, aunque la verdad es que estamos muy ilusionados y muy contentos con la plantilla que tenemos», indicó.
Las dos primeras jornadas de la segunda vuelta pueden ser claves para dar un golpe de autoridad muy importante, pues el Gran Peña se enfrenta a dos rivales directos: el próximo fin de semana visita al Ribadumia (tercer clasificado con ocho puntos menos que los vigueses) y siete días más tarde recibe en Barreiro al Arenteiro (quinto). Dos buenos resultados consolidarían a los de Lavadores en la cabeza de la tabla.
Ricardo Lores confía plenamente en el rendimiento de los suyos: «Tenemos una plantilla muy joven, con dos o tres profesionales, pero que llevan cuatro o cinco años jugando juntos casi todos y dando un buen rendimiento», indicó el presidente. De todas formas es consciente de que todavía quedan muchos partidos por delante.
Le gustaría que la afición de Lavadores respondiese al llamamiento que el club hace todos los años para conseguir más socios, pero reconoce que es muy difícil aumentar la masa social: «Hoy las costumbres han cambiado, la oferta deportiva y de ocio es mucho mayor y la asistencia a los partidos de estas categorías es muy reducida».
Eso sí, destaca Lores que la afición grampeñista es fiel y muy animosa: «El otro día en Redondela se escuchaba más a los nuestros que a los aficionados del Choco. Somos pocos, pero buenos», presume.