Condenado a esperar en Oia

VIGO

Un joven lleva dos años apuntado en la lista para operarse de una lesión que le impide trabajar y le acaban de retirar la pensión por invalidez permanente

13 nov 2007 . Actualizado a las 12:10 h.

Un joven de Oia que no puede trabajar porque no se ha recuperado de un accidente de tráfico y lleva dos años esperando para poder operarse acaba de perder su pensión de invalidez permanente.

A Oswaldo Tesch le colocaron una placa de osteosíntesis en el fémur en el año 2003 y el especialista le dijo que por lo menos tendría que tenerla durante año y medio.

Pasados dos años y, al ver que no le llegaba la hora de entrar en el quirófano, se puso en lista de espera y hoy en día continúa sin saber cuándo terminará su problema de salud.

Este material le molesta y le impide llevar una vida normal. Apenas puede salir de su casa, en Pedornes, y ya ha engordado 20 kilos por la falta de actividad. «Cojeo, me duele mucho al andar y al final se me hincha, por lo que no puedo hacer grandes esfuerzos, subsisto gracias a los calmantes y a los antiinflamatorios», dice.

Ha presentado una reclamación y no descarta formular una demanda judicial contra el Sergas porque cree que es injusto que le retiren la pensión sin haberse recuperado plenamente.

Dos accidentes de tráfico cambiaron la vida de este joven de 28 años. Nunca olvidará el 29 de mayo de 2002 porque fue el día en el que la mala suerte hizo que su vida diera un giro de 180 grados.

Accidente

Había salido de su casa en moto para encontrarse con su novia y tuvo la mala fortuna de estrellarse contra un turismo que venía de frente en una curva. Fue trasladado en ambulancia a la clínica Povisa de Vigo y de allí al hospital Meixoeiro, donde le diagnosticaron la rotura de la tibia y del peroné, con pérdida de masa ósea. Era obrero de la construcción y desde entonces no ha se ha vuelto a sentir en condiciones de poder trabajar. «Esta situación también le ha afectado mucho psicológicamente», comenta su madre.

A raíz del atropello, tuvo que pasar varias veces por el quirófano, sufrir una grave infección y llevar colocados hasta cuatro fijadores externos en la rodilla durante largos períodos de tiempo.

Aún no se había terminado de recuperar del todo de esta lesión, cuando dos años más tarde tuvo un accidente de tráfico por el cual se rompió el fémur.

El joven permanece convaleciente y acaba de quedarse sin una paga de 400 euros mensuales porque según el último examen médico que le han practicado está en condiciones de volver a trabajar, cosa que él rechaza.

Portavoces del Sergas aseguraron ayer que al joven se le ofreció la posibilidad de operarse en un centro privado concertado pero se negó. Las mismas fuentes informaron que será operado antes de finalizar el año en el hospital Meixoeiro.