El paseo de Vilariño no se hará a menos que los ecologistas retiren su recurso en contra del proyecto

La Voz

VIGO

10 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

La jefa del servicio provincial de Costas, Cristina de Paz-Curbera, dejó ayer claro a la alcaldesa, al presidente del colectivo Anduriña y a los portavoces de la asociación vecinal Pedra Amarrada que no se hará el paseo de Vilariño si Anduriña y Luita Verde no retiran el recurso presentado contra el proyecto de recuperación ambiental de la playa y la laguna, presupuestado en casi dos millones de euros.

Si los ecologistas aceptan, el proyecto se licitaría en el plazo de ocho meses y las obras podrían comenzar a finales del próximo año. En caso contrario, quedará paralizado.

Antonio Cordeiro, de Anduriña, dijo al finalizar la reunión que el colectivo que representa está dispuesto a ceder, si bien mantiene sus críticas al proyecto por contemplar la colocación del paseo de madera dentro de dominio público. «Non me gustaría ter que facelo, pero estamos dispostos se non hai outra opción, porque será mellor que non facer nada», dijo Antonio Cordeiro.

La jefa del servicio pidió una renuncia expresa y escrita ante la Dirección General de Costas. Argumentó que si se mantiene el recurso, Costas tendría que elaborar un nuevo proyecto, cuyo trámite puede llevar unos ocho años.

La asociación de vecinos, que había presentado alegaciones al proyecto que fueron desestimadas, es partidaria de que se ejecute. «O que se vai ganar e moito máis do que hai agora mesmo», dijo su portavoz.

Luita Verde no fue convocada a la reunión, a pesar de que también presentó una alegación similar a la de Anduriña y, tras serle denegada por silencio administrativo, el consiguiente recurso de reposición.

El proyecto, que empezó a gestarse hace once años, contempla la desaparición del vial que transcurre paralelo a la playa. En su lugar, si bien algo retranqueado, aunque encima del antiguo arenal, se construiría una pasarela de madera que está previsto que una el extremo suroeste de la playa, en Riodesteiro, con la alameda de Aldán. Se completaría con un pequeño parque y mobiliario urbano.

La actuación, que requiere la expropiación de algunas parcelas y la demolición de varios cierres que ocupan dominio público, contempla un segundo sendero de madera que bordearía la laguna de Vilariño.