El Concello de Gondomar denunciará la agresión a un cámara en el pleno

VIGO

10 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

El Concello de Gondomar estudia la posibilidad de presentar una denuncia contra la vecina que agredió a un cámara durante el pleno que se celebró el pasado jueves.

El alcalde, Antonio Araúxo, afirmó que los miembros del gobierno están analizando el informe que fue elaborado por la policía local después de este suceso. Por su parte, la persona que fue atacada, Óscar Méndez, también manifestó ayer que se reserva el derecho de presentar una denuncia.

Este joven de 26 años había acudido a la sesión para tomar imágenes y poder difundirlas desde la página web del BNG de Gondomar, puesto que no todos los vecinos interesados pueden presenciar en vivo los debates, que se celebran a la una del mediodía, una hora que fue impuesta por el PP y el PSOE.

«Estaba grabando la intervención del alcalde, pero enfoqué al público porque había revuelo en la sala», explicó ayer. Entonces fue cuando la empresaria Rosa Álvarez le propinó un golpe con el bolso, que originó un escándalo en el pleno que obligó al alcalde a suspender la sesión tras el abandono de populares y socialistas.

La víctima restó ayer importancia al suceso porque en su opinión fue motivado por «una mezcla de ignorancia con una grave falta de educación». Pero quiso aclarar que su función no es la de llevar a cabo ninguna «caza de brujas», como denunció Carlos Silva el día anterior. «Si sufre persecución, en todo caso será por la justicia y por las actuaciones cometidas durante su etapa de alcalde», afirmó.

Cortina de humo

Por su parte, el regidor nacionalista señaló ayer que lo sucedido en el pleno del jueves fue una estrategia apoyada por el PP y el PSOE para desviar la atención sobre los logros del gobierno municipal. «Los vecinos esperaban oír soluciones y, al final, la noticia parece que fue el bolsazo», lamentó ayer Antonio Araúxo.

También negó que desde el grupo del BNG se estén provocando este tipo de comportamientos y mostró su confianza en que no se vuelvan a producir. Por su parte, la empresaria aludida no quiso hacer ninguna declaración sobre lo sucedido, aunque sí reconoció que se siente acosada por el actual alcalde. El actual gobierno le ha conminado hace unos meses a solucionar la contaminación generada desde su fábrica de rosquillas y a legalizar una antena de telefonía en su edificio, que se mantuvo durante los últimos años.