Vecinos de Sabarís abandonan sus casas por el temor a nuevas riadas

VIGO

«Nos da pánico pasar otra vez por el mismo sufrimiento», asegura uno de los afectados por las inundaciones

10 oct 2007 . Actualizado a las 11:22 h.

El miedo a revivir una nueva riada ha hecho que vecinos del Camiño das Monxas y de Camino Chico, la «zona cero» de las inundaciones de Sabarís, en Baiona, hayan optado por buscar otro lugar donde vivir.

Las obras de emergencia llevadas a cabo durante los últimos meses no les han quitado la sensación de inseguridad y preocupación ante un hipotético desbordamiento del río Groba.

Así, desde la calle pueden apreciarse carteles de venta o alquiler de los chalés construidos en la avenida das Monxas que hace poco más de un año resultaron completamente anegados por las lluvias. El agua inundó los garajes y la planta baja de los edificios y los propietarios tardaron semanas en llevar a cabo las tareas de limpieza.

Los vecinos de Camino Chico que tuvieron que ser alojados en un hotel ya han conseguido rehabilitar sus viviendas, pero no todos han vuelto al barrio. Una de las cuatro familias que se vieron afectadas continúa viviendo de alquiler en un lugar apartado del cauce del río. «Tenemos todo casi a punto, pero nos da pánico regresar en esta época y volver a pasar por el mismo sufrimiento que hace un año», comentaba ayer Jaime, cuya vivienda quedó completamente arrasada por las riadas del otoño de 2006.

«Otros nos hemos quedado porque todo lo que tenemos está aquí y no tenemos recursos para comenzar la vida en otra parte», comenta otra vecina que reconoce que si pudiera también se hubiera ido. La Xunta aún no ha pagado el arreglo de tres de las cuatro viviendas que hubo que reconstruir y hay vecinos que tampoco cobraron ayudas.

Regreso

La Consellería de Vivenda barajó semanas después del desastre despoblar la zona más afectada por el aluvión y comprar nuevas viviendas a los afectados. Pero la falta de pisos a la venta dentro del mismo barrio de Sabarís y los altos precios de la escasa oferta existente hicieron que los habitantes de Camino Chico aceptaran volver a sus antiguos hogares.

Tomaron la decisión convencidos de que tras las obras de emergencia para aumentar el cauce del río Groba podrían volver a dormir tranquilos. Pero finalmente varias familias han decidido no dar el paso.

Para el portavoz nacionalista, Xosé Enrique Fernández, no les falta razón, puesto que considera que Sabarís continúa expuesto a inundaciones porque cree que las obras realizadas no son suficientes. Una cuestión pendiente es la permeabilidad de la carretera del litoral a la altura del Camino das Monxas. A su juicio, este vial continuaría taponando las aguas ante un hipotético desbordamiento del río Groba. Lamenta que Medio Ambiente no haya dado continuidad al desdoblamiento soterrado del Groba a la altura del mercado porque un vecino se negó a ceder terrenos.

El portavoz critica que el alcalde no convocase la comisión de seguimiento de las obras tras las municipales. «Dentro duns días fará un ano que Sabarís anegouse e que despois de tantas promesas, as obras urgentes que ían levarse a cabo están sen rematar, por culpa de uns e de outros, os veciños de Sabarís pasarán outro inverno pendentes da chuvia», afirma.