El aula flotante de los futuros patrones

A. Martínez BAIONA

VIGO

ÓSCAR VÁZQUEZ

Reportaje | Aprendizaje a bordo de un palangrero del Gran Sol Marineros de Baiona y A Guarda realizan prácticas de navegación en un barco escuela de pesca de 32 metros de eslora, que pertenece a la Cofradía de Celeiro

19 oct 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Dejó de perseguir los bancos de merluza en el Gran Sol para navegar por aguas más tranquilas. El palangrero «Santiago Apóstol», con base en el puerto de Celeiro, es el único buque escuela de pesca de Galicia y uno de los pocos que existen en la península. Pertenece a la cofradía de pescadores de esta localidad de Lugo y desde hace tres años recorre los diferentes puertos de nuestra comunidad gracias a un convenio con la Xunta. El objetivo es permitir a los futuros patrones tener esa formación práctica que no se aprende en las aulas. El barco lleva dos días amarrado al muelle baionés y sus 32 metros de eslora y siete de manga no han dejado indiferente a nadie en la real villa, aunque no es la primera vez que recala en estas costas. La flota de Baiona es de bajura y no resulta nada habitual el fondeo de embarcaciones de semejantes dimensiones en la bahía. El puerto carece de calado suficiente para poder acoger este tipo de embarcaciones, que sólo pueden acceder durante la pleamar. Por eso ayer los diez marineros de Baiona que durante las últimas semanas participan en un curso de patrón de embarcaciones subvencionado por la Xunta tuvieron que esperar hasta las seis de la tarde para poder salir a navegar. La nave permanecera amarrada al puerto hasta el próximo viernes para que también pueda realizar prácticas otro grupo de pescadores, que está previsto que lleguen desde A Guarda, donde no existe un puerto de abrigo para este tipo de embarcaciones. Marín, Cangas, Villa García y Cabo Cruz y Laxe serán sus próximos destinos hasta el próximo mes de noviembre. «Los alumnos se enfrentan aquí a los problemas reales de tripular un barco de pesca», comenta el patrón, Eduardo Míguez. «Les enseñamos a manejar todos los equipos y a poder situarse geográficamente con los aparatos electrónicos», afirma Carlos Carreira Fernández, uno de los responsables del programa de formación. Aprender a reconocer las balizas de la ría y las maniobras de salvamento para recuperar náufragos fueron otras de las actividades prácticas que llevaron ayer a cabo los participantes del curso. Mal tiempo El mal tiempo que hizo ayer por la tarde no impidió que los estudiantes salieran a navegar por la ría de Baiona. «A nosotros nos parecen muy interesantes estas clases, pero realmente se nos hacen muy cortas porque dos días es poco tiempo para aprender el manejo del barco», comentaba ayer Milo Miniño, uno de los alumnos. Por otra parte, desde hace cinco años este barco se utiliza para llevar a cabo el Programa «Atlántida», en colaboración con la Xunta de Galicia. Esta experiencia educativa está destinada a alumnos tanto de Bachillerato como universitarios, y tiene como objetivo primordial proporcionar a la juventud conocimientos sobre las tareas que se llevan a cabo en un buque de pesca. En su base de Celeiro también se emplea para llevar a cabo las prácticas de los cursos de salvamento y de extinción de incendios. Gracias a su llegada a Baiona, los alumnos de los seminarios para la obtención del título de embarcaciones de pesca pueden completar su formación de una manera práctica y de paso vivir toda una experiencia de navegación a bordo de un impresionante palangrero.