Una docena de incendios ponen en máxima alerta a la comarca de Vigo

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Los mayores fuegos se registraron en Baiona y Fornelos, aunque el de Moaña colapsó Rande Las llamas se reprodujeron hasta en tres ocasiones en la falda del monte de A Guía.

19 ago 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

el humo y el olor a quemado envolvió ayer a buena parte del área metropolitana en una jornada de máximo riesgo. Los bomberos, las cuadrillas y los efectivos de la Xunta se emplearon a fondo para extinguir seis incendios en Vigo y otros siete en Baiona, Gondomar, la parroquia moañesa de Domaio, Fornelos de Montes, O Porriño, Salceda y Vilaboa. Los servicios de extinción coinciden en apuntar que la mayor parte de los fuegos, favorecidos por las altas temperaturas y el viento, fueron intencionados. Al cierre de esta edición, en cualquier caso, no había ningún detenido. Al anochecer todavía no se habían controlado los tres siniestros más peligrosos: Peitieiros (Gondomar), donde trabajaban dos hidroaviones, una motobomba, dos cuadrillas y un agente forestal; Oitavén (Fornelos de Montes), que trataban de atajar dos cuadrillas, dos motobombas y un agente; y Chan da Lagoa (Baiona), en el que se empleaban seis cuadrillas, cuatro motobombas y dos helicópteros y donde hubo que desalojar a siete familias de sus viviendas. Nocturnos El día ya había comenzado mal muy pronto. A la una de la madrugada, el parque central de Vigo tuvo que movilizarse para sofocar las llamas en una arboleda situada junto al puerto deportivo de A Lagoa. Hasta cerca de las 6,00 horas no quedó extinguido. Los bomberos aún tuvieron que volver a sofocar pequeños focos en otros dos puntos de la falda del parque de A Guía, a mediodía y a las tres y media de la tarde. Los efectivos de la ciudad (quince personas de guardia) se hicieron cargo de matorrales ardidos por la tarde en San Miguel de Oia y en Cabo Estai, además de tener que desplazarse a la subida de A Madroa con un coche cisterna y dos vehículos autobomba. Los bomberos vigueses ayudaron también a sus homólogos de Moaña a controlar un incendio provocado en Domaio alrededor de las doce de la mañana. Fue en la misma zona que ya había sufrido dos conatos el día anterior. Las llamas, que dejaron una enorme humareda visible desde casi toda la ría, surgieron cerca de la nave de Rodman y quedaron a las puertas de tres viviendas. Fueron subiendo hacia el monte, lo que obligó a cortar la carretera durante dos horas, con el consiguiente colapso de vehículos en la zona del peaje de Rande. Por la tarde se habían controlado ya totalmente otros fuegos en la parroquia porriñesa de Budiño, en el municipio de Salceda de Caselas y en el de Vilaboa, en las proximidades de la estación de servicio de la autopista.