El Deportivo, a los pies de Álex Bergantiños

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

El de la Sagrada fue el jugador más activo del Dépor, recuperó y movió al equipo

27 ene 2015 . Actualizado a las 03:00 h.

A dos días de que el Deportivo cerrase el 2014 con dura derrota en El Madrigal, Alex Bergantiños concedía una entrevista a La Voz. «Vivimos una época extraña», afirmaba el coruñés. Una época que alcanza este discreto enero del 2015. Les falta a los de Víctor Fernández un instante de paz. Lo saborearon ayer durante esos tres cuartos de hora en los que tuvieron contra las cuerdas al colista gracias al impulso del rubio de la Sagrada, que además de barrer, ya pone orden.
El 4, en todas partes
El gol y medio que ayer regaló Bergantiños (Fariña no controló por poco un centro picado a la espalda de los defensas) fue lo más destacado del gran partido del 4. El jugador al que ayer buscaron todos. Fue con diferencia el que más veces tocó el balón (73) y el que más pases repartió en el conjunto local (55, frente a los 43 de Cavaleiro y los 40 de Sidnei). Solo los 68 de Fran Rico superaron su marca en el equipo visitante. El canterano blanquiazul alcanzó además el 80% de acierto al buscar al compañero.
El afán creativo llevó al centrocampista a zonas del campo que no suele pisar, aunque no le distrajo de sus tareas defensivas. Recuperó siete balones (ocho robó Cavaleiro) y realizó nueve entradas (por diez de Luisinho).
Solo en la distribución
«Si yo destaco, es que no lo estamos haciendo bien todos». La reflexión de Bergantiños en zona mixta resume el motivo de su paso al frente (el mismo que ya dio ante el Athletic o el Elche). El Granada tuvo más posesión que el Dépor y se aprovechó de ello en el arranque y el final del encuentro. Al conjunto local le fallaron los jugadores de más toque. Juan Domínguez apareció menos que Cavaleiro, Sidnei o Luisinho, y no alcanzó el 70% de acierto en las 36 ocasiones en las que pasó la bola.
Por delante, Lucas estuvo mucho más certero (94%), aunque lo intentó la mitad de veces que el naronés.
José Rodríguez, hecho a la banda
Víctor rescató a Bergantiños por su sentido táctico el mismo día en que decidió fijar en el extremo derecho a José Rodríguez, que hasta entonces había bailado entre la orilla, la medular y el banquillo. La reconversión del alicantino quedará en el haber del míster ocurra lo que ocurra durante el resto del curso. Ayer, firmó otro gran encuentro.
Consolidó la sociedad con Juanfran en su partido de mayor acierto en el pase (91%), ayudó en la destrucción y marcó el gol que devolvía el empate al marcador. No se achicó frente a Insúa, con el que intercambió golpes hasta ver la amarilla que agilizó su pase al banquillo.
Sidnei, el empuje necesario
En el terreno individual también brilló otro de los que suelen hacerlo. Sidnei generó la acción que acabó en el 1-2, con una de sus formidables arrancadas, concluida en genialidad dentro del área rival. Un central y un pivote defensivo asumieron la responsabilidad creativa en las jugadas clave del partido.
Para la finalización, el Dépor recurrió a dos futbolistas de segunda línea, mientras Riera apenas dispuso de la ocasión que repelió Oier antes del tanto de José Rodríguez. El trío que Víctor sitúa por detrás del punta (a la espera de un posible cambio de dibujo a 4-3-3) es la principal arma ofensiva blanquiazul. Ningún equipo de la zona baja goza de un grupo de extremos y mediapuntas como el de los coruñeses.
La estrategia, otra vez
Tampoco es fácil encontrar un conjunto (a cualquier altura de la tabla) que desperdicie tantas acciones a balón parado como el titular de Riazor. Frente al Granada lanzó seis saques de esquina y colgó tres faltas laterales sin sacar ningún provecho. El último gol del Dépor en acción de estrategia lo hizo Gayá en propia puerta. El último en contra es mucho más reciente: los de Abel Resino tocaron dos veces la pelota en el área local antes de que Robert devolviera los días raros a Riazor.