Los Oscars de la polémica

La Voz REDACCIÓN

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Las críticas a «El Francotirador» y la ausencia de actores afroamericanos entre los nominados caldean la que será ya la 87 edición de los premios cinematográficos

23 feb 2015 . Actualizado a las 00:13 h.

La Academia de Hollywood tiene más de 6.000 miembros. Según el diario L.A. Times, el 93 % de ellos son blancos y el 76 % hombres. El promedio de edad se eleva hasta los 63 años. Datos estadísticos que explicarían por qué las redes sociales denuncian indignadas, desde hace una semana, la ausencia de actores y directores negros o de otras razas en las candidaturas de este año. Todos los intérpretes nominados son blancos, tanto en la categoría de protagonista como en la de secundario. Solo encontramos afroamericanos en Selma, candidata a mejor película y mejor canción original, la crónica histórica de la marcha de Martin Luther King en Alabama que llevó al presidente Johnson a firmar la ley sobre el derecho al voto en 1965 y que, según algunas opiniones, ha sido ninguneada al no contar con su actor principal David Oyelow entre los candidatos a mejor actor. Pero los ataques no solo están dirigidos al color de la piel. Esta edición, la 87 ya, deberá sortear también las críticas que la tachan, además, de machista. Ninguna de las ocho grandes cintas nominadas a mejor película tiene a una actriz como gran protagonista. Todas, se escucha desde hace siete días, son historias sobre hombres. Sin embargo, la veteranía de los académicos no explicaría el inesperado y renovador aire independiente de los largometrajes que se disputan la estatuilla de Mejor Película el próximo 22 de febrero en el teatro Dolby de Los Ángeles. Birdman y El gran Hotel Budapest empatan con nueve nominaciones. El mexicano Alejandro González Iñárritu parte como favorito frente a Wes Anderson, un autor adorado por la cinefilia más sofisticada -Life Aquatic, Moonrise Kingdom- que firma una deliciosa filigrana ambientada en una Europa de entreguerras soñada, un juguete visualmente exquisito al que el premio al mejor filme le vendría algo grande. Iñárritu en cambio ha fascinado a los críticos al alejarse de sus dramas corales y tremendistas -21 gramos, Babel- para poner a caldo a Hollywood, el ego de los actores y el endiosamiento de los críticos. Michael Keaton -en su día el Batman de Tim Burton- tiene asegurado el Oscar por hacer casi de sí mismo. Una antigua estrella del género de superhéroes en horas bajas, que intenta levantar una obra en Broadway. Y todo contado sin cortes de montaje. Boyhood partía como la principal contrincante de Birdman, pero sus seis candidaturas enfrían las apuestas. Richard Linklater rodó a lo largo de doce años a un chaval para que los espectadores le vieran crecer de manera natural ante la cámara. Boyhood es un drama humanista en el que -en apariencia- no ocurren grandes cosas y, al mismo tiempo, un arriesgado experimento. Los padres del crío en la ficción, Ethan Hawke y Patricia Arquette, aspiran al Oscar de reparto. La Academia de Hollywood podía haber elegido hasta diez títulos para la categoría de mejor película, pero se ha limitado a ocho. Al lado de Birdman y Boyhood, las dos cintas biográficas que encontramos resultan convencionales. The Imitation Game narra la agitada vida de Alan Turing, un matemático británico que contribuyó a ganar la II Guerra Mundial al descifrar las comunicaciones alemanas, pero al que su condición homosexual acarreó el estigma y las represalias de su Gobierno. El filme tiene al actor de moda, Benedict Cumberbatch (el Sherlock televisivo), y al todopoderoso Harvey Weinstein como productor, un especialista en diseñar películas para los Oscar (Shakespeare enamorado, El paciente inglés) El otro biopic, La teoría del todo, llegó la semana pasada a los cines españoles y descubre a un joven Stephen Hawking en Cambridge viviendo una historia de amor antes de que la enfermedad neuronal le confine a una silla de ruedas. Ojo con su protagonista, Eddie Redmayne, que ganó el Globo de Oro. Clint Eastwood también sitúa entre las cintas candidatas El francotirador, basada en la novela autobiográfica de Chris Kyle, un soldado de las fuerzas especiales que mató a cientos de insurgentes iraquíes con su rifle. Es probable que lo que suceda sea que Bradley Cooper ponga cara de póquer por tercer año consecutivo cuando escuche el nombre de Michael Keaton. De momento, la ración de polémica está servida. Fue el cineasta Seth Rogen el que abrió la caja de pandora, comparándola con la nazi Malditos Bastardos. Después, Michael Moore cargó también contra la cinta, considerando que los francotiradores son cobardes y salvajes, no héroes. La última película nominada al premio gordo también se estrenó el viernes pasado. Whiplash es un absorbente enfrentamiento entre un estudiante de música y su despiadado profesor en un elitista conservatorio de jazz de la Costa Este. J. K Simmons pone los pelos de punta con sus métodos de enseñanza y acaricia ya el Oscar de reparto. Julianne Moore, ganadora del Globo de Oro por luchar contra el alzhéimer en Siempre Alice, parte favorita como mejor actriz y Meryl Streep recibe la 19 nominación de su carrera por Into the Woods. Un Oscar argentino con dinero español La carrera por el Oscar es «una montaña muy empinada» que los hermanos Almodóvar subirán encantados, anunciaba ayer Agustín Almodóvar, feliz por las alegrías que le viene dando la cinta del argentino Damian Szifron coproducida por El Deseo. Pese al tirón en Hollywood de Pedro Almodóvar, Relatos salvajes -que compite por el país andino- tendrá dos duros contendientes en la rusa Leviatán y la polaca Ida.