La «top model» que creció entre papel y cartón

Agustín Botinelli

TENDENCIAS

Daniela Cott, que hace unos meses recogía basura en las calles de Buenos Aires, se ha convertido en modelo profesional y representante de Argentina

23 nov 2007 . Actualizado a las 22:27 h.

Hasta hace tan solo unos meses, los días de la joven argentina Daniela Cott transcurrían entre botellas, cartones y bolsas de residuos. Todas las tardes y parte de las noches salía a «cartonear» junto a miles de marginales que recorren Buenos Aires revisando los residuos urbanos en busca de materiales reciclables para venderlos por escasos 5 euros por día.

Hasta que un cazador de talentos quedó deslumbrado por sus ojos verdes, su inquietante belleza ?algo anoréxica? y le propuso ser modelo. Hoy, Daniela, con apenas 15 años, es una profesional de las pasarelas, aunque diferente a otras.

«Eres muy linda, puedes ser modelo», le dijo aquella tarde su descubridor, mientras ella cargaba cartón, papel y plásticos en un carro del que tiraba junto con su hermano Hernán, de 17 años, y su madre, Olga, de 38. Le dejó una tarjeta y le rogó que lo llamara.

Dos días después Daniela llamó. «Fuimos con mi mamá y vimos que era en serio. Ahí comencé, me sacaron unas fotos y a la semana dejé de cartonear», recuerda.

Pero antes de las pasarelas, las luces, el maquillaje y esos vestidos que a veces supo ver entre las hojas rotas de las revistas mientras buscaba en la basura, hubo una infancia de miseria, sin alegría. Daniela fue bulímica y anoréxica cuando tenía 10 años.

«Lo superé bastante», dice. Vive en Villa Caraza, un barrio marginal de la localidad de Lanús, al sur de Buenos Aires, en una casa de dos habitaciones, en la que una es para ella, su mamá y su hermanita Luzmila, de apenas un año, y en la otra se ubican sus cinco hermanos varones. Otras dos hermanas mujeres mayores que Daniela ya no viven con ella.

Apenas descubierta, la agencia la colocó en su book y además la propuso como una de las candidatas para concursar el próximo 26 de enero en el Elite Model Look internacional, en Turquía. Daniela fue elegida por el público vía Internet para representar a la Argentina. Cuando finalmente anunciaron que era ella la ganadora, «no sabía si llorar, reír o salir corriendo», recuerda. «Entonces, crucé la pasarela y abracé a mi mamá, que estaba muy emocionada».

Ahora piensa que deberá viajar en avión, algo que jamás hizo y que le da verdadero pánico.

Su primer sueldo como modelo fue para la producción de fotos para una empresa comercializadora de ropa, trabajo por el que ganó 500 pesos (125 euros) en prendas y 300 (75 euros) en efectivo.

En apenas un rato ganó 800 pesos (200 euros); es decir, el equivalente a 40 días de revolver bolsas de residuos por la ciudad. Esa noche lo festejó con su mamá y sus hermanos en un modesto restaurante de los llamados tenedor libre (un bufé), donde por una suma fija el cliente puede consumir la cantidad que desee.