Manoli, del Irlanda, asegura que Chicote buscaba follones

Carmela López
carmela lópez FERROL / LA VOZ

TELEVISIÓN

La esposa del mesonero ferrolano dice que los obligaron a mentir

19 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Yo no soy la dueña ni trabajo en el Irlanda, pero el programa no se hacía sin mí». Lo dice Manoli Paz, esposa del dueño del mesón ferrolano por el que pasó Pesadilla en la cocina, el polémico programa que presenta Alberto Chicote.

Tras las duras declaraciones de su marido, José Manuel Gil, en las que, entre otras cosas, aseguraba que la grasa que el afamado chef sacó de la campana extractora la había puesto el programa, Manoli incide en la cuestión, asegurando que «nadie es tan tonto como para llamar si su cocina está sucia».

La mujer manifiesta que el mesón Irlanda no daba el perfil para necesitar la incursión del equipo de Chicote, «por lo que recurrieron al guion de un problema basado en follones de pareja y con los empleados», dice, añadiendo que la «obligaron» a decir que era la dueña y que trabajaba en la cocina. «No es cierto», asegura de forma categórica, añadiendo que tampoco lo es que se dedique al mundo del esoterismo, «que me gusta, pero no lo practico».

Manoli asegura que esas eran las claves del programa, motivo por el que si ella no intervenía no había grabación.

En cuanto al personal, aclara la situación del cocinero que se vio en Pesadilla en la cocina. «Lo habíamos contratado por tres meses durante el verano y era ayudante de cocina, porque nuestra cocinera, que es fija de empresa y lleva con nosotros cuatro años, no salió en el programa», puntualiza.

Según Manoli, lo que buscaba el programa era desquiciarla para que llorase. «Llegaron a cabrearme mucho, pero no accedí a su propósito, por eso me reía tanto», afirma.

En cuanto a la imagen del establecimiento, la esposa del dueño explica que dos días antes de la grabación tuvieron que entregarle las llaves al equipo. «No nos dejaban entrar solos en ningún momento», revela. Indica, asimismo, que los supuestos clientes fueron elegidos por Internet y que incluso su frase del final es falsa. «Hicieron un montaje, porque yo dije que si me pide perdón públicamente estaré encantada de recibirlo, pero solo pusieron la última parte», concluye.