Quince casos sin apenas rastros

La Voz REDACCIÓN/LA VOZ.

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«Vía V» analiza, esta noche a las 22.00 horas, la historia de los desaparecidos en Galicia

15 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Sonia Iglesias La última pista de esta pontevedresa apareció en el poblado chabolista de O Vao, un área marginal, donde se encontró su cartera, con parte de su documentación.

A Sonia Iglesias la vieron por última vez a el pasado 18 de agosto. Las alarmas se encendían a las 13.30 horas, cuando no se reincorporaba a su trabajo. Y nunca llegaba tarde. Han pasado 27 días y la Policía Nacional y la Guardia Civil no tiene pistas sobre su paradero.

Sonia Iglesias es el último caso, un suceso que está conmocionando a la sociedad gallega, y que servirá de punto de arranque para un programa especial de Vía V en el que se analizarán los casos de los desaparecidos en Galicia. A partir de las 22.00 horas, Fernanda Tabarés conducirá un espacio en el que se abordará este tema desde varias ópticas: Ángel Casanova, comisario jefe de la Brigada de la Policía Judicial de A Coruña, explicará los problemas que tienen las fuerzas de seguridad para poder mantener estos casos abiertos, por la falta de pruebas y rastros que llevan a ninguna parte. El profesor de psicología social Ricardo García Mira hablará sobre cómo se debe afrontar algo tan dramático como una ausencia inexplicable. Berta Collarte, médica e hija del empresario desaparecido Guillermo Collarte, aportará la visión de las familias, en un espacio abierto a la participación de los espectadores, que podrán mandar sus opiniones a través de mensajes SMS.

Además del de Guillermo Collarte y Sonia Iglesias, hay en Galicia al menos 13 casos de personas que han desaparecido sin dejar rastro pendientes de resolver, como la de Rogelio Núñez, un jardinero de Bergondo del que nada se sabe desde 1999. Según su abogada, Montserrat Vale, todo apunta a que se trató de un crimen.

Uno de los expedientes más antiguos que guardan los archivos de la Guardia Civil es el de Clemencia Ponce, desaparecida en Betanzos en 1991. Acudió a una entidad bancaria acompañada de su novio para retirar dinero. Poco después su bolso apareció en Castro de Rei. La toma de declaraciones continuó hasta el año 2004 y el caso está ahora archivado.

El más antiguo, y probablemente el más mediático en su tiempo fue el del doctor Fernando Cuadrado, un conocido médico del Hospital Juan Canalejo, que salió de su domicilio a realizar una compra el día de su aniversario de bodas y nunca regresó. Se especuló que podía haber huido, e incluso suicidarse, pero nunca se llegó a comprobar nada.

El último rastro de María José Arcos se pierde en Corrubedo, en agosto de 1996, cuando se encuentra el coche de esta santiaguesa de la que sigue sin saberse nada más 14 años después.

Los casos de Fernando Caldas, en Bertamiráns; Luis Naya Fariña, en Boimorto; Fernando Gómez Sánchez; Purificación Ramos, en Arteixo; Antonio Corral, en Caión; José Antonio Creo, en Barbanza, y Enrique López, en A Pobra do Brollón, entre otros, también siguen siendo un misterio sin resolver.