Las comunidades de montes de la sierra del Barbanza han convivido desde siempre con los lobos y los ataques que estos han realizado históricamente sobre su ganado. Manuel Santos no es ajeno a esta realidad. Pertenece a una familia de tradición comunera y es secretario de la mancomunidad que agrupa a todas las comunidades de montes de la comarca.
-¿Se puede hablar de un repunte en el ataque al ganado de la zona?
-Hace tiempo que convivimos con esta situación, pero este año ya fueron muertas más de cien cabezas de ganado en los montes de toda la sierra.
-¿Tienen constancia de que los ataques son responsabilidad del lobo ibérico o del híbrido?
-Sabemos que son lobos, pero no podemos decir que la responsabilidad es únicamente del híbrido. Tenemos conocimiento de su existencia, pero la autoría creemos que es compartida.
-¿Cuándo conocieron la presencia de este híbrido?
-Cuando se hicieron las primeras batidas fue cuando nos dimos cuenta que se trata de un animal diferente al habitual en esta zona.
-Una vez muerto el ganado, ¿tienen alguna manera de lograr indemnizaciones?
-Es difícil. El protocolo indica que la res tiene que ser encontrada muerta en 24 horas, ya que en caso contrario los técnicos no pueden determinar si la causa de la muerte es el un ataque de lobo. Esto es muy difícil, ya que los ganaderos hoy no están todos los días en el monte y el ganado se mueve en una extensión muy grande.
-¿Están siendo muy cuantiosas las pérdidas económicas?
-Son importantes, pero hay el caso concreto de un comunero de Xuño que por las muchas reses de su propiedad que fueron asesinadas tuvo que dejar de ejercer la actividad.