El escudo protector de los rayos ultravioleta se redujo en un 80 %
04 oct 2011 . Actualizado a las 10:00 h.En primavera se registraron niveles de radiación ultravioleta similares a los del verano. Muy altos para esa época del año, lo que llevó a la Organización Meteorológica Mundial a realizar un llamamiento a la población para extremar las precauciones y pedir el uso de cremas solares. La causa de este fenómeno no era otra que la importante disminución de la capa de ozono sobre el Ártico detectada en marzo por el satélite Envisat de la Agencia Espacial Europea (ESA). Era un cálculo inicial, pero ahora las mediciones más detalladas realizadas por un equipo internacional de científicos de 19 instituciones y nueve países coordinado por la NASA acaba de confirmar el peor de los pronósticos en un artículo publicado en Nature: la disminución del escudo protector de los rayos ultravioleta sobre el Ártico no tiene precedentes.
Las mediciones registran un mínimo histórico en el espesor del ozono, que alcanza una reducción de entre un 40 % y un máximo de hasta un 80 % con respecto a los valores habituales del invierno y la primavera.
Estos valores se aproximan a la disminución de la capa de ozono en el Antártico, donde el agujero en esta línea de la atmósfera está documentado desde la década de los ochenta. En este caso, el debilitamiento del gas suele ser bastante superior a lo que ocurre en el Norte.
Más días de frío
Lo que ha pasado en el Ártico, aunque no tiene precedentes, no se debe a la acción humana mediante la emisión a la atmósfera de gases clorofluorocarbonados destructores del ozono estratostéfico, sino que tiene causas fundamentalmente naturales.
El frío extremo de estas épocas desencadena, por lo general, reacciones que convierten el cloro de las sustancias químicas liberadas a la atmósfera en destructores del ozono. Pero este año, y ahí surge la principal diferencia, el período de bajas temperaturas árticas duró treinta días más que un invierno normal, lo que aceleró el proceso.